Las claves del derbi de Champions: el Atleti sufrió de inicio y pudo ganar al final

    • El Atlético no ejecutó esta vez una presión alta de inicio, una baza que jugó Simeone en anteriores con exito y el Real Madrid fue muy superior en la primera parte.
    • El equipo mejoró por momentos con apariciones de Arda y puso en algún aprieto al Real Madrid en los últimos minutos.

El Atlético de Madrid empató este martes frente al Real Madrid (0-0) en el estadio Vicente Calderón, durante el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, y tras el cual ambos equipos han dejado abierta su eliminatoria para el duelo de vuelta que el próximo 22 de abril volverá a medirlos en el Santiago Bernabéu.

Oblak, el salvador

El portero esloveno fue sin dudas el mejor jugador del Atlético en el derbi. Desde los primeros minutos, cuando tapó un mano a mano con Cristiano, hasta el último, cuando despejó con solvencia un remate cercano de Cristiano Ronaldo. Amargó la noche con sus paradas a la 'BBC' y a James, al que sacó un disparo desde la frontal con un vuelo perfecto a la base del palo. Sin duda, Simeone acertó al elegir al esloveno para el partido en vez de a Moyá, ya recuperado.

La fortaleza defensiva de los rojiblancos en Europa como local se alarga ya justo 400 días. Más de un año desde que Kaká superara a Courtois en un Atlético - Milan de octavos. Ni Barcelona ni Chelsea marcaron en los cuartos y en las semifinales del año pasado. Este año no han marcado ni Malmoe, ni Juventus, ni Olympiakos, ni Leverkusen ni Real Madrid. En total, 722 minutos de imbatibilidad atlética en la Ribera del Manzanares.

No presionó de inicio y el equipo se echó atrás

El Atlético no ejecutó esta vez una presión alta de inicio, una baza que jugó Simeone en anteriores con exito. Este vez, seguramente porque se trata de una eliminatoria a 180 minutos, prefirió espera de inicio en su campo. Miranda y Godín marcaban la línea muy cerca del área de Oblak y esto facilitaba el dominio del Real Madrid tanto territorial como del balón.

Siqueira perdió la batalla con Bale y Carvajal. El lateral izquierdo era el objetivo de los ataques blancos, conocedores de su debilidad. Juanfran sufrió menos porque Marcelo tiraba la diagonal para salir por dentro. Esta vez los laterales rojiblancos no aportaron en ataque.

El centro del campo se pegó en exceso a la defensa en momentos de dominio blanco, por lo que Modric y Kroos jugaron más liberados que en otras ocasiones ante el equipo de Simeone. Gabi y Mario jugaron en paralelo durante muchos minutos y no robaron apenas balones en la primera mitad. Cuando lo conseguían no encontraban darle salida fácil al balón, porque no había juego entre líneas, lo que favorecía la recuperación del balón. La única opción rojiblanca era el pelotazo y el balón no le duraba nada. Solo cuando Koke y Arda se asociaban mantenían brevemente la posesión.

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El equipo rojiblanco robaba muy atrás y le costaba salir a la contra con peligro. Las opciones de Simeone pasaban por el balón largo para la prolongación de Mandzukic y la velocidad de Griezmann, pero Ramos estuvo imperial en el juego aéreo y Varane rapídisimo.

El Atlético buscaba los errores de concentración del Real Madrid y el balón parado. Ramos cometió el primer error en una salida de balón y Griezmann disfrutó de su única ocasión del partido, un zurdazo que atrapó Casillas. El equipo blanco estuvo muy correcto en las faltas laterales y los córners. Apenas un par de revuelos en el área inquietaron a Iker.

Koke y Griezmann fuera. Raúl García y Torres dentro. Fue el movimiento de pizarra de Simeone, primero buscando la altura del navarro y después la conexión de 'El Niño' con Mandzukic. El equipo mejoró por momentos con apariciones de Arda y puso en algún aprieto al Real Madrid en los últimos minutos, que retrasaron las líneas unos metros, apostaron por el temple de Isco y se juntaron más cerca de Casillas para no encajar gol.

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