Las incoherencias del sueño español de Florentino Pérez en el Real Madrid

De la maldición de lo cuartos de final, a ver a España como campeona de Europa. Era el comienzo de una nueva era, la de los futbolistas españoles. Días después del hito de 'La Roja', apareció Guardiola en el banquillo del Barça mientras 'se sacaba de la chistera' a Pedrito y Busquets y hablar de canteranos estaba de moda en toda España. Estabamos en el año 2008.

Los internacionales españoles aumentaban su caché en toda Europa y el madridismo pedía a gritos un cambio de política en materia de fichajes.Tan solo un año después, en 2009, Florentino Pérez comenzó su segunda etapa al frente del Real Madrid

Florentino escuchó la voz del madridismo y puso el punto de mira en los mejores jugadores españoles. Tras ganar las elecciones, lo primero que hizo fue promulgar, frente a la era 'Galáctica' de los 'Zidanes y Pavones', la 'españolización' de la plantilla; lo segundo, fichar a Raúl Albiol y lo tercero, despedir a seis holandeses.

De esta forma, el presidente intentaba quitarse de encima la pesada losa con la que cargó en su primera etapa. Fue criticado porque solo fichó a un español, Sergio Ramos, y en la que gastó más de 300 millones de euros en jugadores extranjeros que no rindieron de la forma esperada. Florentino terminó dimitiendo entonces tras afirmar que había 'maleducado a los jugadores'.

En el primer año de su segundo mandato si consiguió hacerse con los servicios de Xabi Alonso y Arbeloa, ambos procedentes del Liverpool, además de repescar a Granero, cedido en el Getafe. De esta forma satisfacía en cierta medida las peticiones de los madridistas, que esperaban ansiosos la llegada de otros jugadores más mediáticos.El primer intento fue fallido

El fichaje de los tres españoles estaba bien, pero ¿eran los más deseados por los madridistas? No. Salvo Xabi Alonso, que sí era un jugador cotizado en Europa, pero no Arbeloa y Granero. Los aficionados blancos esperaban que los rumores sobre los fichajes de 'crakcs' como Mata, Silva o Villa se hicieran realidad.

Las altas pretensiones del Valencia alejaron a los tres jugadores del equipo de la capital. Florentino lo siguió intentando, pero sin éxito por algo que le ocurre al Real Madrid en todas las negociaciones: para el Real Madrid, los jugadores son más caros.

Poco a poco continuó 'españolizando' la plantilla, pero sin mucho éxito. En 2010 fichó a Pedro León y Canales, en 2011 a Callejón, pero ninguno de los tres tuvo la continuidad necesaria. En la última temporada llegó Diego López por expreso deseo de Mourinho para sustituir a Casillas.

Durante estos últimos años hubo más coqueteos del Real Madrid con los mejores jugadores españoles. Cazorla, Fábregas o Fernando Llorente, sin embargo, Florentino prefirió pagar grandes cantidades por jugadores como Coentrao, Garay o Sahin. El presidente seguía sin cumplir con su promesa.A la cuarta va la vencida

Parece que la 2013/14 va a ser la temporada definitiva para la 'españolización' del equipo. Será el cuarto año de Florentino al frente del club en su segunda etapa como presidente. Illarramendi se suma a una plantilla a la que acaban de llegar Carvajal e Isco.

Carlo Ancelloti contará en la próxima temporada con al menos una decena de jugadores españoles en la plantilla y varios serán titulares habituales: Casillas, Carvajal (o Arbeloa), Ramos, Xabi, Isco e Illarramendi. Además, el italiano es un entrenador al que le gusta contar con los canteranos. Jesé y Morata pueden dar por fin el salto definitivo a la primera plantilla.

Florentino se encuentra ante la oportunidad definitiva de cumplir su gran objetivo, españolizar el Real Madrid, aunque haya sido cuatro años después, con 115 millones de euros de por medio y sin responder totalmente a las peticiones de los aficionados.