Las manos que encuerdan las raquetas del Masters

  • Ellos son las personas que se encargan de poner a punto las raquetas de los tenistas que participan esta semana en el Masters de Madrid de tenis.
Las manos que encuerdan las raquetas del Masters
Las manos que encuerdan las raquetas del Masters
lainformacion.com
N. Díaz / M. Fernández

Dieciséis manos se encargan de que las raquetas de los mejores tenistas del circuito masculino y femenino estén preparadas. Son los encordadores del Masters de Madrid, de la marca Babolat, quienes ponen a punto todo horas antes de cada encuentro. En apenas una semana de competición, se cambian entre 700 y 1.000 raquetas. La diferencia estriba en si los jugadores cabezas de serie caen o no en las primeras eliminatorias. Cuantos más favoritos lleguen a las rondas finales, más trabajo tendrán.

Cambiar el cordaje a cada raqueta ronda los veinte minutos, aunque en casos puntuales se puede bajar el tiempo a los diez. Las horas punta de trabajo se sitúan entre las diez de la mañana y las cinco de la tarde. En ese momento es cuando las máquinas, cuyo precio puede rondar los 5.000 o los 6.000 euros, comienzan a echar humo.

Hay algo fundamental: las cuerdas se ponen unas horas antes del encuentro, muy poco antes. La vida óptima de un cordaje es de 10 horas, así que se hace imposible dejar una raqueta encordada a última hora de la noche porque al día siguiente se habría perdido parte de la tensión. Como nos dice Xavi Segura, responsable de esta marca en España, "ellos se guían por sensaciones y cualquier mínimo cambio lo pueden notar".

Ese es otro dato interesante. La horquilla de la tensión utilizada en los tenistas varía entre los 23 y los 28 kilos. Rafa Nadal, por ejemplo, usa alrededor de 25. A veces, los encordadores dan consejos acerca de la altura o del clima de la ciudad en cuestión. En torneos como el de Madrid, son los propios jugadores los que se acercan al "taller" para llevar sus raquetas y explicar lo que quieren.

Tampoco falta hueco para las anécdotas. Entre las últimas, la equivocación en la hora de encordaje (pensando que eran las nueve de la mañana cuando realmente eran las nueve de la noche y el partido estaba a punto de comenzar) o poner mal los kilos de tensión en la raqueta de una de las jugadores del Masters. Nada grave como para no poder solventarlo de la manera más rápida posible. Ellos son las manos que miman las raquetas de los mejores jugadores del mundo.

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