Latinoamérica suma plata agridulce con Pichardo y roza bronce con Edward

  • El atletismo latinoamericano tuvo un jueves con sabor agridulce en el Mundial de Pekín, con la plata de triple salto del cubano Pedro Pablo Pichardo, que llegaba como favorito al oro, y un cuarto puesto del panameño Alonso Edward, que quedó a dos milésimas de segundo del bronce.

Después de encadenar tres días con oros mundiales (la colombiana Caterine Ibargüen en triple salto y las cubanas Denia Caballero en disco y Yarisley Silva en garrocha), la medalla de plata de Pichardo es la segunda para la región de ese color, después de la de la brasileña Fabiana Murer en salto con garrocha.

Pichardo perdió el esperado duelo con el estadounidense Christian Taylor, que llegó a 18,21 metros, acercándose al récord del mundo.

Taylor firmó la segunda mejor marca de la historia y quedó a sólo ocho centímetros del mítico 18,29 al que llegó el británico Jonathan Edwards en 1995. Pichardo fue plata, con 17,73 metros, mientras que el bronce fue para el portugués Nelson Evora (17,52).

"Él estuvo muy bien. Era el dia de él, lo hizo muy bien y, claro, lógicamente salió lo que salió. Yo estuve muy mal", declaró Pichardo tras su plata, con gesto serio y muy descontento con la marca conseguida.

Todo estaba servido para un pulso Pichardo-Taylor, los hombres que se habían repartido las mejores marcas de la temporada y el cubano llegaba como favorito con un 18,08 metros, conseguido a finales de mayo en La Habana. Pero la realidad fue otra en la final y Taylor terminó coronándose.

"La plata sabe buena. Es una medalla buena e importante. No estoy satisfecho con la marca, pero estoy contento con la medalla", aseguró Pichardo, con gesto serio en todo momento.

Latinoamérica estuvo a punto de sumar otra medalla este jueves, en una de las pruebas estelares de la competición, los 200 metros masculinos. Allí el panameño Alonso Edward quedó cuarto y a apenas dos milésimas de segundo de la medalla de bronce.

Hubiera sido su segunda medalla en un Mundial, después de su plata en Berlín en 2009, el mayor éxito de su carrera hasta el momento.

Edward acabó con un crono oficial de 19 segundos y 87 centésimas, el mismo que el hombre que se colgó el bronce, el sudafricano Anaso Jobodwana. La diferencia se dio en las milésimas de segundo, con dos de ventaja para el africano (19.861) sobre el centroamericano (19.863).

Delante quedaron los dos titanes esperados, el jamaicano Usain Bolt revalidando su corona con un 19.55, por delante del estadounidense Justin Gatlin, plata con 19.74.

"He quedado a milésimas (del bronce), a nada. Es una sensación amarga, pero ante todo estoy muy contento por representar a mi país", afirmó Edward.

Por su parte, Rosa Rodríguez tuvo un papel discreto en la final de lanzamiento de martillo, donde fue undécima -penúltima- y sólo pudo alcanzar 67,78 metros, pero la hazaña la había logrado un día antes cuando se convirtió en la primera mujer de su país en meterse en una final en la historia del evento.

"He sentido la presión. Estaba intentando hacer mi mejor lanzamiento y no pudo ser. De todas formas fue buena la participación", afirmó la lanzadora a la AFP al término de la prueba.

Otra prueba de lanzamientos, la de disco masculino, dio una alegría con el pase del joven colombiano Mauricio Ortega a la final, tras alcanzar 62,54 metros en su mejor intento.

El viernes será un día poco propicio para Latinoamérica.

No habrá presencia de la región en las cuatro finales de la tarde (los 110 metros vallas masculinos y tres pruebas femeninas, las de salto largo, 200 metros y 100 metros vallas). Las únicas opciones de medalla estarán por la mañana en los 20 kilómetros marcha femeninos con una nutrida representación que tratará de dar la sorpresa.

El chileno Carlos Díaz intentará por su parte clasificarse para la final de 1.500 metros, un objetivo que no tendrá sencillo.

dr/jt

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