El fútbol español va a la huelga. Lo decidió la AFE en su asamblea del jueves, por lo que las dos primeras jornadas de Liga peligran, y esta vez parece que es en serio. Las reivindicaciones de los jugadores se centran en la falta de un acuerdo con la Liga de Fútbol Profesional de cara al convenio colectivo, algo básico y que en el mundo del fútbol, al igual que en otras profesiones, provoca quebraderos de cabeza cada cierto tiempo.
Aunque la LFP sacó rápidamente un comunicado para echar por tierra las tesis de los futbolistas, lo cierto es que muchos deberíamos aprender de su decisión. Los Xabi Alonso, Iniesta, Palop o Negredo van a ir a la huelga no porque sus clubes no les paguen, ya que están todos al corriente de pago y en el fútbol de élite no hay excesivos problemas con los contratos, si no por sus compañeros. Aún colean las imágenes del encierro de los futbolistas del Rayo Vallecano a los que se les debía muchos meses de sueldos.
En el caso de la Segunda B, los casos se multiplican. Hay siete equipos que han descendido a Tercera División por impagos a sus futbolistas, entre ellos históricos como la Cultural Leonesa. Otros están en Ley Concursal, como el Real Jaén, y otros pudieron renegociar las deudas con sus jugadores como los del Palencia, salvado in extremis gracias a la aportación directa de su director general.
Por razones como éstas, no es de extrañar por tanto que el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, haya apoyado a los futbolistas: "Pienso que es una huelga justa, que tienen razones evidentes", declaró a RNE en referencia al incumplimiento de los contratos que esgrimió el presidente de la AFE, Luis Rubiales, para justificar el paro.
Una decisión de la que podrían tomar nota en otros campos: la unión de los futbolistas, sobre todo de los más poderosos pensando en los más débiles, es algo que no se ve en la España de hoy en día, donde cada uno hace la guerra por su cuenta y lo que prima es conseguir los objetivos personales, mucho más allá que los generales.
Aunque muchos no entiendan la postura del futbolista famoso y conocido por ir a la huelga, lo cierto es que su gesto hay que tenerlo muy en cuenta. Cuánto debemos aprender los curritos que nos dedicamos a otras cosas de la unidad, el apoyo mutuo y el pensamiento con el débil, con el que menos tiene, que han mostrado los futbolistas. España iría mejor.
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