Londres 2012: a España le vale con una parte magistral para jugar la final olímpica

  • Veinte minutos malos y veinte minutos excelentes. Así fue el partido de España ante Rusia en la semifinal de baloncesto de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Los hombres de Scariolo comenzaron mal, muy mal en ataque. Sólo el buen hacer en defensa permitió a la ÑBA mantenerse viva al descanso. Tras el paso por vestuarios volvió la selección que todos conocemos y que tan mal acostumbrados nos tiene a llegar a las finales. En dos cuartos prodigiosos le dieron la vuelta al partido y acabaron ganando por 67-59.

Manu Albarrán

Veinte puntos en los primeros veinte minutos. Esa fue la anotación de España en la primera parte. No podía ser peor la situación. El partido se ponía muy difícil aunque no imposible, gracias a que los rusos sólo habían logrado 31 puntos. La defensa zonal 1-3-1 rusa volvió a hacer mucho daño a la selección española que, como en el partido de la fase de grupos, no sabía cómo atacarla. Cuando el balón llegaba a la pintura para cualquiera de los dos Gasol, había tres defensores encima de ellos. Si la pelota salía fuera para un tirador, éste no podía ejecutar el lanzamiento cómodamente porque enseguida tenía un brazo encima de él puntenado el tiro.

Gracias a esa movilidad y a la capacidad de ocupar mucho espacio en defensa, los rusos dejaron en un paupérrimo 18% de acierto en tiro de España al descanso, incluyendo un 2/11 en triples. Ante tal panorama, Scariolo también probó a intentar defender el ataque ruso y, por momentos, lo logró.

Los Kirilenko, Shved y compañia dejaron viva a España fallando incontables tiros desde debajo de canasta (se notaron los centímetros de Ibaka y los Gasol) y varos triples bien tirados. En cualquier caso, Monya apareció en el segundo cuarto para abrir el aro español con tres triples seguidos sin fallo. Eso les animó, aunque cuando empezaban a despegar en el marcador el partido llegó al descanso.

España despierta del letargo

España estaba mal, tocada, con el orgullo herido. Una selección campeona del mundo y dos veces campeona de Europa no podía permitir seguir así durante más tiempo. Desde la primera acción del tercer periodo se notó que del vestuario había salido otro equipo. Los nombres eran los mismos pero las sensaciones no.

Rudy fue un personaje clave para que la ÑBA volviera al partido. El mallorquín sacó su fusil y, por fin, anotó desde la línea de triple. Cierto que acertó con los dos triples en los que tenía un defensor encima y falló aquellos en los que estaba sólo, pero gracias a él sus compañeros empezaron a animarse. Pau sumó siete puntos -los mismos que en toda la primera parte- y la confianza empezó a calentar las muñecas de Navarro y un Calderón que le puso el broche de oro al cuarto para empatar el partido a 46.

Mención especial merecen dos hombres cuyo trabajo no se verá en la estadística pero que fueron imprescindibles para la remontada: Felipe Reyes y Sergio Llull. El ala-pívot fue la solución de Scariolo al problema de Khryapa, un hombre capaz de hacer daño por fuera y por dentro. Felipe, literalmente, le secó. Llull se pegó al joven Shved, el cerebro del equipo ruso, y le robó la batuta de juego.

Lección magistral

La seleción española no se conformó con ponerse por delante en el marcador -algo que no hacía desde el principio del partido- si no que siguió achuchando, presionando y jugando como mejor sabe. Los rusos comenzaron a notar los nervios de haber tenido el partido ganado y verse a tres minutos del final diez abajo. En ese momento, Pau volvió al campo en sustitución de Felipe Reyes. En el parqué estaban cuatro titulaes y Sergio Llull, en lugar de Navarro.

Dos pérdidas de Calderón ante la presión rusa acabaron con una canasta y una antideportiva del base extremeño. Por suerte Kirilenko falló los dos tiros libres y dejó la diferencia en ocho puntos (66-58). El nuevo jugador de los Minnesota Timberwolves perdonó hasta cinco puntos en el último cuarto desde el 4,70 y le dio más vida a España. Con menos de un minuto por disputarse, los rusos ni siquiera entraron en el carrusel de faltas para apurar sus opciones. Sonó el bocinazo final dándole a España su tercera final olímpica y añadiendo un nuevo capítulo a la increíble historia de este equipo de baloncesto.

FICHA TÉCNICA

ESPAÑA: Calderón (14), Navarro (4), Rudy Fernández (11), P. Gasol (16), M. Gasol (11) -cinco inicial-, Rodríguez (-), Reyes (2), San Emeterio (-), Llull (7) e Ibaka (2).

RUSIA: Shved (2), Ponkrashov (10), Kirilenko (10), Khryapa (2), Kaun (14) -cinco inicial- Mozgov (4), Antonov (-), Monya (9) y Fridzon (8).

--PARCIALES: 9-12, 11-19, 26-15 y 21-13.

--ÁRBITROS: Lamonica (Ita), Belosevic (Srb) y Benito (Bra). Eliminaron a Rudy Fernández por faltas personales (min.40).

--PABELLÓN: North Greenwich Arena. 13.215 espectadores.

Mostrar comentarios