Londres 2012: Australia se deja la piel, pero acaba siendo arrollada por Estados Unidos

  • No hubo sorpresas en el partido entre Estados Unidos y Australia en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Los americanos volvieron a mostrar su supremacía en el deporte de la canasta, haciendo gala, por enésima vez, de un físico inigualable y de una confianza ciega en el tiro exterior. Los 'aussies', aunque no lo parezca por el 119-86 final, plantaron cara y completaron un gran trabajo en ataque y en defensa.

Carmelo Anthony, durante el partido de cuartos ante Australia
Carmelo Anthony, durante el partido de cuartos ante Australia
lainformacion.com
Manu Albarrán

Lo normal cuando haces un gran partido en defensa y un gran partido en ataque es que acabes ganando el partido. Esta receta puede funcionar ante cualquier equipo del mundo excepto uno: la selección estadounidense. En el último de los cuatro cuartos de final de baloncesto de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Australia lo hizo casi todo bien. Se dejó la piel en defensa, impidió a los americanos anotar de todas las maneras posibles -incluso con faltas, intentó correr y atacó todo lo bien que se puede ante una selección tan física. Pese a todo ello, acabó sucumbiendo por 119-86.

Y es que Australia, como el resto de equipos de los Juegos, sabía el juego que iba a intentar desarrollar Estados Unidos. Por eso, los 'aussies' salieron con las ideas claras: evitar que sus rivales se sintieras cómodos. Por resumir mucho la táctica australiana: o pasa el balón, o el jugador, pero los dos a la vez, nunca.

Con esa mentalidad no es de extrañar que el bueno de Lamonica, archiconocido y 'venerado' colegiado italiano, no tardó en convertirse en un protagonista más del encuentro. Él y sus colegas señalaron hasta dieciocho faltas en el primer periodo -diez australianas y ocho norteamericanas.

Los intentos australianos de mantenerse en el partido les valieron para eso, para hacer la goma y evitar que el cohete americano despegara hacia la estratosfera. Pese a ello, Lebron James (que acabó con el primer triple-doble americano en unso Jugos: 11 puntos, 14 rebotes y 11 assitencias), Carmelo Anthony, Kevin Durant y compañía no iban a conceder la posibilidad a los 'aussies' de mandar en el marcador en ningún momento. Al descanso, el luminoso indicaba uninquietante 56-42. La moral australiana podía estar por los suelos: habían defendido bien y habían encajado 56 puntos Incomprensibe.

Achuchón australiano

Si Australia quería tener opciones de romper las quinielas y hacer ricos a aquellos locos que hubiese apostado por ellos, sus opciones pasaban por sorprender a la vuelta de vestuarios. Y así lo hicieron los hombres de Brett Brown. Mills e Ingles se asociaron para anotar once puntos en minuto y medio. El partido volvía a empezar, aunque con sólo 18 minutos por delante. Tras el pertinente tiempo muerto de 'Coach K', el partido se convirtió en el típico toma y daca que tanto gusta a los americanos y que les ha llevado a anotar tantísimos puntos.

Del 0-11 inicial se pasó a un 28-17 durante los ocho minutos del cuarto que dejó las cosas tal y como estaban al descanso. De nuevo Australia había jugado un gran cuarto y no le había servido para nada.

Con independencia del juego australiano, Estados Unidos siguiño jugando durante el último cuarto al baloncesto que lleva haciendo desde el principio del torneo. Los hombre de Kryzewski continuaron con su particular 'oda al tiro', con su particular preferencia por el triple, desde donde tiraron en esta ocasión un total de 45 veces, anotando 20 de ellas.

A poco más de cuatro minutos del final, Kobe Bryant anotó tres triples seguidos, abriendo la veda del 'showtime' americano, a la vez que Australia bajaba definitivamente los brazos. Después de varios triples, mates y alley-oops más, el bocinazo final indicó el final de la primera de las tres etapas que le quedaba a Estados Unidos para ganar el oro olímpico.

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