Messi: El argentino ha vuelto a demostrar que es el mejor del mundo. Aunque no ha hecho un partido para enmarcar ha aparecido en los momentos claves. Marcó el primero tras un regalo de Guarín y regaló el segundo a Cesc Fábregas. Mientras Messi siga a este nivel no hay equipo que pare al Barcelona.
Iniesta: El MVP de la final no brillo como de costumbre pero su visión sobre el césped es espectacular. Dispone de una galería de pases que no tiene otro jugador en el fútbol actual. Sabe sacar espacios de donde no los hay y desatasca a un equipo que está todavía en rodaje. Otro de esos jugadores que marcan una época.
Valdés: Víctor ha vuelto a demostrar que hoy por hoy es el único portero que puede hacer sombrar a Iker Casilla en la selección. Salvó a su equipo en los momentos claves, aunque tuvo varios fallos, que pudo costar algún disgusto. Esta temporada volverá a tener un protagonismo destacado en el equipo de Guardiola.
Guarín: El colombiano dejó claro que es capaz de lo mejor y de lo peor. Fue el motor de su equipo durante 70 minutos. Luego se fue diluyendo y acabó expulsado tras una fea entrada sobre Mascherano. Este detalle no es el primero de un jugador que tiene madera de convertirse en una superestrella pero deberá tener más cabeza en el futuro.
Moutinho: Calidad, regate y descaro son las tres palabras que definen al centrocampista del Oporto. Un jugador que ha sido uno de los más destacados, aunque ha vuelto a estar intermitente y poco participativo en algunas fases del encuentro. Vítor Pereira necesita a un Moutinho más regular para poder llevar a este equipo a cotas altas.
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