Los Feutchmann, base de selección chilena que ganó histórica medalla

  • Chile ganó en Guadalajara una histórica medalla de bronce en el balonmano masculino, que lleva el sello de un gran esfuerzo de un grupo de dirigentes, técnicos y jugadores, para superar una crisis de este deporte en su país, donde la Federación es en la actualidad sólo una realidad virtual.

Nelson Sandoval Díaz

Guadalajara (México), 25 oct.- Chile ganó en Guadalajara una histórica medalla de bronce en el balonmano masculino, que lleva el sello de un gran esfuerzo de un grupo de dirigentes, técnicos y jugadores, para superar una crisis de este deporte en su país, donde la Federación es en la actualidad sólo una realidad virtual.

En ese esfuerzo, un papel importante, tanto adentro como afuera de la cancha, han jugado los Feutchmann, un apellido que impregna el balonmano chileno.

Chile se apropió de su primera medalla panamericana de balonmano con un triunfo de 27-24 sobre República Dominicana, este lunes, lo que llenó de felicidad a los integrantes del equipo, que vienen "de sufrir mucho en este deporte", según Patricio Martínez, autor de cinco goles.

Aunque en los últimos años, la "Roja" del balonmano ha estado en mundiales adultos, juveniles y femeninos, es la primera vez que sube a un podio.

Los hermanos Emil, de 28 años; Harald, de 24 y Erwin Feutchmann, de 21, son piezas fundamentales del equipo de Chile, que cuenta también con otros jugadores destacados, como Marco Onetto, del Barcelona español, Patricio Martínez, Rodrigo Salinas o René Oliva, que como ellos también juegan en ligas europeas.

Según Emil, que en Guadalajara ya no lució el corte de pelo al estilo "mohicano" que llamó la atención en los Panamericanos de Santo Domingo 2003, estos jugadores son "un referente" para que los niños de Chile se motiven con la práctica de este deporte.

A ellos se suman las internacionales María Eugenia Musalem y Valeria Flores, que juegan en Austria y España, respectivamente, pero que fueron antecedidas por Inga, la representante femenina del clan Feutchmann.

Integrante de la selección femenina que finalizó quinta en Guadalajara 2011, Inga fue la primera balonmanista chilena que jugó en Europa (España).

Los hermanos Feutchmann, que desde mayo pasado juegan en la liga alemana, con experiencias anteriores en otros países, dan al equipo un sentido de cohesión, según sus compañeros, pues el apellido está también muy presente desde afuera de la cancha, donde Emil padre ha sido una pieza importante para la reorganización del balonmano chileno y su proyección.

Emil fue quien, junto a su esposa, inculcó a sus hijos el balonmano, comenzando en la ciudad de Punta Arenas, en el extremo sur de Chile.

"Desde los siete años que juego este deporte. Mi mamá era mi profesora de educación física en el colegio, y además estaba encargada del balonmano. Entonces, con rapidez me vi metida en este mundo", ha relatado Inga respecto del origen de la pasión familiar por este deporte.

Emil padre ha sido uno de quienes tratan de reflotar la organización del balonmano chileno, después que, a comienzos de este año, la Federación fue intervenida por el Comité Olímpico de Chile (COCH) por desórdenes administrativos que dejaron millonarias pérdidas.

Según cálculos del COCH, los antiguos dirigentes se fueron sin dar cuenta de unos 200 millones de pesos (unos 400 mil dólares) recibidos para el desarrollo de la actividad y con deudas impagadas por unos 500 millones más (un millón de dólares).

El COCH, según ha explicado su presidente, Neven Ilic, aportó unos 400 mil dólares para financiar las actividades del año, incluida la preparación y asistencia a Guadalajara 2011 y al mundial juvenil disputado en Argentina el pasado agosto.

Ilic espera que en 2012 ya haya una nueva federación, sobre la base del grupo de técnicos, profesores, voluntarios y de los propios jugadores, que han trabajado cumplir los proyectos pendientes y en la reorganización de la actividad, entre los cuales ha figurado Emil Feutchmann padre.

En ese contexto, el bronce conquistado en Guadalajara es considerado un punto de partida para proyectar internacionalmente el balonmano chileno, aunque a juicio de Fernando Capurro, el técnico de la selección masculina, sus dirigidos, "merecían estar en la final".

"Lamentamos no haber estado en la final, es lo que nos merecíamos, pero nada, me siento pleno y conforme", matizó Capurro.

Chile perdió el pase a la final tras caer estrechamente en semifinales, 26-25, ante Argentina, que finalmente se llevó el oro al derrotar a Brasil en la final (26-23).

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