Los gregarios se reivindican en la Vuelta

  • Con dos tercios de la Vuelta 2011 ya consumidos, ninguno de los casi doscientos ciclistas que tomaron la salida en Benidorm el pasado 20 de agosto ha sido capaz de dar un golpe sobre la mesa para situarse como jefe de la carrera española.

José Luis Sorolla

Lagos de Somiedo (Asturias), 3 sep.- Con dos tercios de la Vuelta 2011 ya consumidos, ninguno de los casi doscientos ciclistas que tomaron la salida en Benidorm el pasado 20 de agosto ha sido capaz de dar un golpe sobre la mesa para situarse como jefe de la carrera española.

Casi más por eliminación que por haber protagonizado un ataque definitivo, el británico Bradley Wiggins, del Sky, cada día que pasa, a la espera de lo que acontezca en el temido L'Angliru, consolida un poco más sus opciones de hacerse con el maillot rojo, aunque tan solo cuenta con siete segundos de ventaja sobre su compañero de equipo y compatriota aunque de origen keniano, Christopher Froome.

Con su notable actuación en favor de su líder y también de él mismo. El africano está encabezando la rebelión de los gregarios que en esta Vuelta jornada a jornada están reivindicando su trabajo y en diferentes ocasiones incluso están mejorando las actuaciones de los partían con los galones de líderes.

Froome dejó de ser un simple gregario en la ascensión a La Covatilla donde junto a Wiggins se encargó de eliminar a varios rivales directos. En la contrarreloj de Salamanca fue un poco más allá y no solo hizo mejor tiempo que su líder sino que además se vistió el maillot rojo.

Al día siguiente el otrora especialista en pista desbancó a su gregario para situarse él al frente de la clasificación. "En el equipo teníamos las cosas claras -justificó- desde el principio y Froome venía a trabajar para mí y así lo hemos hecho". En las siguientes etapas

En muchos casos, los diferentes directores de equipo que viven en primera persona esta situación, bien por no enrarecer el ambiente entre sus corredores o por no minusvalorar al portador de los galones, mantienen su planteamiento inicial. Tal vez se arriesgan a estar haciendo una apuesta perdedora en la que dejan escapar otras opciones como la de luchar por un triunfo parcial de etapa.

El ciclista de Nairobi es el que encabeza esta clasificación de gregarios con prácticamente el mismo tiempo que Wiggins, pero en el pelotón se están observando varios ejemplos en otras formaciones. Uno de los más destacados es el de dos de los españoles del ruso Katusha, Dani Moreno y el, a priori, líder de la formación Joaquim 'Purito' Rodríguez.

En Sierra Nevada, en la temprana cuarta etapa y con casi todo por descubrir, al madrileño Moreno se le presentó la oportunidad de lanzar su ataque y "con el permiso de Purito" lo hizo para terminar anotándose la primera de las tres victorias que ha logrado el equipo ruso.

El catalán ganó las dos etapas que parecían diseñadas para él en Valdepeñas de Jaén y San Lorenzo de El Escorial, pero poco a poco ha ido cediendo terreno y ya no cuenta con prácticamente ninguna opción ni siquiera de aspirar al podio. Por su parte, Moreno ha seguido haciendo el trabajo sucio para su líder y gastando más fuerzas de las debidas en muchos momentos, pero ocupa la décima posición.

Una situación todavía más estresante vive el director del Geox-TMC, Joxean Fernández Matxin. En Benidorm, presentó a sus dos líderes, el ruso Denis Menchov, dos veces vencedor de la Vuelta y una del Giro de Italia; y el abulense Carlos Sastre. El ruso, después de un desafortunado comienzo en el que cedió casi minuto y medio en la tercera etapa, ya está llamando a las puertas del top ten, pero el protagonismo está siendo del cántabro Juan José Cobo, que es cuarto. No obstante siempre ha defendido que "en el equipo el líder es Menchov", a pesar de que le aventaja en la clasificación en más de dos minutos.

La vuelta de tuerca en la formación hispano italiana lo dio hoy camino del Alto de La Farrapona el también cántabro David de la Fuente. Renunció a sus opciones de pelear el triunfo de etapa con el estonio Rein Taaramae por pararse, tras "recibir órdenes desde el coche", a esperar a su paisano. Matxin no tuvo más remedio que reconocer al final de la jornada que había sido una decisión muy complicada. "Como persona me ha dolido, pero como director he hecho lo que tenía que hacer".

La clasificación todavía puede sufrir muchas variaciones, sobre todo con la presencia por delante del vertical L'Angliru que se ha convertido casi en una obsesión que ha bloqueado otras opciones. Unos cuantos de los hombres que cuidan las espaldas de sus líderes y trabajan en favorecer sus opciones también han demostrado que se puede contar con ellos para algo más.

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