Los jugadores del Getafe, enfadados con el arbitraje ante el Málaga

  • Getafe (Madrid).- Los jugadores del Getafe no acabaron muy contentos con la actuación del árbitro Turienzo Álvarez, que en el duelo ante el Málaga expulsó al ghanés Derek Boateng por doble amonestación, por lo que el conjunto madrileño disputó el choque con un jugador menos durante sesenta minutos.

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Getafe (Madrid).- Los jugadores del Getafe no acabaron muy contentos con la actuación del árbitro Turienzo Álvarez, que en el duelo ante el Málaga expulsó al ghanés Derek Boateng por doble amonestación, por lo que el conjunto madrileño disputó el choque con un jugador menos durante sesenta minutos.

Uno de los más indignados fue el central canario Mario Álvarez, que en declaraciones a Onda Madrid después del encuentro se refirió a la actuación del colegiado durante el partido disputado en La Rosaleda.

"Parece que el árbitro estuvo un poco casero, entre muchas cosas. La segunda amarilla de Boateng, ni toca al rival, que salta por encima. Son cosas que... luchas contra diez por el partido y el árbitro no hace más que joderte, joderte y joderte", comentó.

Después, el defensa respondió a una afirmación del periodista, que aseguró que probablemente no era la primera vez que Turienzo Álvarez "la había liado". "Si es así, no sé qué hace en esta categoría. Hoy lo hace muy mal a mi entender y al de mis compañeros, pero no hay nada que hacer, ya está olvidado", dijo.

Al mismo tema se refirió hoy otro de los centrales de la plantilla, Rafael López, que ante el Málaga actuó en el lateral derecho del equipo sustituyendo a David Cortés.

"Cuando le toca a uno, te duele después de lo que habíamos trabajado. En caliente lo demuestras. Luego te das una duchita y se pasa. Fueron muchos errores. Casi siempre para el mismo lado. Vemos varias jugadas bastante fáciles que no se pitan y eso nos enfadó un poquito", explicó.

Rafa y Mario no son los únicos que acabaron descontentos con el arbitraje. Algunos jugadores llevan la indignación por dentro, pero otros, no pudieron aguantar y nada más terminar el partido intentaron dirigirse al árbitro. El entrenador, Míchel, y el delegado del equipo, tuvieron que emplearse a fondo para alejar a alguno de sus futbolistas de Turienzo Álvarez para evitar males mayores.

Ahora, la plantilla del Getafe sólo piensa en el próximo partido, el que jugará de Copa en Son Moix ante el Mallorca. Ante el conjunto bermellón, esperan conseguir un buen resultado que encarrile la eliminatoria de cuartos de final, y, ya de paso, que acabe con el mal sabor de boca con el que acabaron en La Rosaleda.

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