Los pinganillos acaban con la emoción en el ciclismo

Por si teníamos poco con las luchas internas en el Astana, ahora hay que sumar otra guerra en el pelotón: pinganillo sí o pinganillo no. La prohibición en la décima etapa del Tour de Francia entre las localidades de Limoges e Issoudun ha suscitado toda clase de comentarios entre los corredores, incluido el boicot por parte de la mayoría de los equipos.

¿Qué opinan los aficionados? Cualquier seguidor del deporte de la bicicleta dirá que está en contra de su uso. La aparición de los auriculares ha hecho disminuir la emoción en gran parte de las etapas de las grandes vueltas. Incluso se ha llegado a decir que los ciclistas actúan como auténticos robots, aceptando las decisiones que reciben desde el coche de sus directores. En definitiva: pérdida de espectáculo y de espontaneidad por parte de los corredores. Se ven menos ataques que antes, que es lo que da emoción a la carrera, y la afición señala un claro culpable: los pinganillos.

¿Y el pelotón? Realmente la polémica siempre ha existido entre los ciclistas. La seguridad es el argumento principal que usan los defensores del instrumento, entre ellos gran parte de los directores, o el propio Contador. En el fondo, una manera más de tener controlado casi todo lo que sucede en carrera. Pero hay corredores, como dijo el español Óscar Freire en su día, que consideran que lo único que hace es provocar tensión a los propios deportistas. O Carlos Sastre, que ha afirmado que "e;parece que algunos han nacido con el pinganillo puesto"e;.

A mediados de los noventa

Aunque parezca algo reciente, y aunque no se conozca la fecha exacta de su aparición en el ciclismo, a mediados de los noventa es cuando algunos equipos deciden introducir el auricular en carrera. Uno de los precursores fue el ex-director de equipos como ONCE, Liberty Seguros o Astana-Würth , el cántabro Manolo Saiz, gran defensor del auricular y alguien al que muy poco le gustaba dejar cosas al azar.

Incluso Miguel Indurain, el mismo año de su retirada, llegó a coincidir en alguna etapa con el pinganillo, pero pocas veces lo utilizó, como él mismo comentó en más de una ocasión. Federico Martín Bahamontes, ganador del Tour en 1959, ha sido uno de los ex-corredores más claros en sus declaraciones: "El pinganillo sobra, ha matado al ciclismo".

Llegada a la Liga española

Otro uso del auricular en los deportes podemos verlo en el fútbol desde la temporada 2007/2008. A pesar de que en otros países como Inglaterra los árbitros empezaron a utilizarlo hace cinco años, a la Liga española llegaron hace apenas un par. La comunicación con los jueces de línea es inmediata, y pueden hablar entre ellos cuando se produzcan jugadas dudosas sin que tengan la obligación de desplazarse.

Aunque realmente se sigan produciendo errores en decisiones arbitrales (eso es otro tema), nadie se ha mostrado nunca en contra de la utilización de los pinganillos por parte de los colegiados.