Los registros aceptables a domicilio no impiden un sabor agridulce en el Valencia

Valencia.- Los aceptables registros del Valencia como visitante en la Liga que está a punto de acabar no impiden que el equipo haya dejado un sabor agridulce fuera de casa, en una temporada marcada por un arranque espectacular a domicilio en la primera vuelta, pero con una segunda vuelta decepcionante.

El Valencia cerró la Liga fuera de casa el pasado sábado ante el Villarreal, contra el que perdió por 2-0 en un encuentro en el que sus futbolistas nada se jugaban y en el que el equipo estuvo a la altura de la imagen poco consistente mostrada a domicilio en la segunda vuelta de la Liga.

Los seguidores del Valencia que han visto por televisión los partidos de su equipo lejos de su estadio prácticamente han olvidado la imagen consistente del conjunto que entrena Unai Emery en la primera vuelta para quedarse con la impresión reciente del equipo incapaz de mostrar sus armas a domicilio.

En su conjunto, el Valencia ha sumado veintisiete puntos a domicilio y es, por ahora, el tercer mejor equipo lejos de casa, por detrás de los inalcanzables Barcelona y Real Madrid. Sus número sólo podrían ser igualados si el Sevilla, que ahora tiene veinticuatro, gana en la última jornada en Almería.

Estos veintisiete puntos se encuentran dentro de la media de los obtenidos por el Valencia lejos de Mestalla en la última década, que oscilan entre los veinte de la campaña 2004-2005 y los 38 de la anterior, la 2003-2004, en la que el equipo fue campeón de Liga.

Además, se aproximan a los que el Valencia logró en la campaña 2001-2002, en la que también fue campeón, en aquella ocasión con veintinueve puntos como visitante.

A nivel particular, Unai Emery ha superado los veintidós puntos de la pasada campaña y ha igualado los que el Valencia de Quique Flores, Ronald Koeman y Salvador González "Voro" logró en la 2007-2008, un año en el que el equipo fue mejor a domicilio que en Mestalla.

Los números de la presente campaña se fraguan en la obtención de ocho victorias, tres empates y ocho derrotas, aunque están muy condicionados por dos circunstancias: la diferencia entre la primera y la segunda vuelta y el potencial de los equipos ante los que el Valencia ha ganado.

En primer lugar destaca el gran desequilibrio entre las dos mitades de la Liga, puesto que el Valencia acumulaba veintitrés puntos fuera de casa al final de la primera vuelta, lo que supone que sólo ha sumado cuatro en la segunda, al empatar en Gijón y ganar al Espanyol en Cornellá.

Además, en los encuentros jugados fuera de casa, el Valencia ha recibido últimamente varias goleadas, ya que el Atlético de Madrid le ganó por 4-1 y el Barcelona y el Zaragoza por 3-0, en una serie en la que el equipo ha ofrecido una imagen muy discreta.

Otro aspecto importante en este sentido es que el Valencia únicamente ha sido capaz de sumar puntos a domicilio contra los equipos de la zona baja de la tabla.

Prueba de ello es que contra los diez últimos acumula veintitrés puntos con siete victorias, dos empates y una sola derrota, en Zaragoza.

Por contra, ante los nueve primeros, sólo ha logrado ganar en San Mamés ante el Athletic y empatar en La Coruña, es decir, sus visitas a los siete primeros clasificados de la Liga se cuentan por derrotas y en algunos casos por goleadas.

Es cierto que el equipo no habría mejorado su clasificación con la suma de tres o cuatro victorias más a domicilio, pero siempre dio la impresión de que en su entorno se instaló la sensación, mediada la segunda vuelta, de que con la seguridad que el equipo mostraba en casa había suficiente para lograr el tercer puesto.

La racha de su máximo goleador, David Villa, que no marca a domicilio en Liga desde diciembre, refleja esta trayectoria, que, sin embargo, no ha impedido que el Valencia haya sido tercero con cierta holgura.