Los tripulantes del K-4 español ven "inexplicable" la rotura del timón

  • Javier Hernanz, Rodrigo Germade, Oscar Carrera e Iñigo Peña, tripulantes del K-4 1.000 metros español que hoy rondaba la medalla cuando una rotura de timón les dejó fuera de regata, han coincidido en lo "inexplicable" del percance, que supuso que su barco propinara un golpe "brutal" a la embarcación portuguesa.

Oviedo, 10 ago.- Javier Hernanz, Rodrigo Germade, Oscar Carrera e Iñigo Peña, tripulantes del K-4 1.000 metros español que hoy rondaba la medalla cuando una rotura de timón les dejó fuera de regata, han coincidido en lo "inexplicable" del percance, que supuso que su barco propinara un golpe "brutal" a la embarcación portuguesa.

El asturiano Javier Hernanz ha afirmado que durante toda la regata pensaba que habían planteado una primera parte "muy tranquila" de manera que la carrera "comenzaba a partir del 500", y ha añadido que "de repente" se han visto "muy fácil" cuartos al paso por el 500, momento en el que cambiaron a un "ritmo muy bueno".

"A partir de ahí fuimos para adelante, nos pusimos segundos y a falta de 300 metros cuando ya estábamos viendo la boya del último 200 que era donde teníamos pensado dar el cambio fuerte del final para recorrer los últimos metros sentí un golpe en el timón", ha explicado.

Según el asturiano, los golpes se suelen sentir cuando se "destensa el timón o tocas con algo, pero si esto hubiera ocurrido el golpe hubiera sido mucho más fuerte", que ha añadido que "igual la barilla estaba ya sesgada o tocado el timón".

El marca del K-4 ha señalado que la embarcación "se dejó al fabricante dos días antes para que la dejara perfecta para competir", por lo que no se explica que ha podido pasar para que rompiera "la paleta de cuajo y era imposible llevarla recta".

"Intenté corregir el timón pero no teníamos paleta", ha dicho el español, que ha apuntado que el barco se fue a otra calle y "al final chocó contra Portugal".

"No les echamos de la regata pero estuvimos a punto de estropearles también su competición", ha manifestado Hernanz, que cree que su equipo ha podido "ganar la regata perfectamente" pero se han visto perjudicados por la "mala suerte".

"El deporte es así, tengo una edad y ya viví cuando sacas medallas y cuando te quedas fuera de unos Juegos Olímpicos", ha afirmado el kayakista, que ha lamentado este traspié cuando disfrutaba un estado de forma "bestial" y contaba con los compañeros que llevo "responden mejor" que él.

Ha agregado: "Es una generación que ha nacido para ganar y juntarnos todos el día de hoy, pero por circunstancias ajenas nos quedamos fuera".

El gallego Rodrigo Germade ha declarado que en el instante en el que ocurrió la rotura del timón no se lo creía ya que "no sabía lo que estaba pasando" y cuando el K-4 "se descontroló y pasó a la otra calle en la que tocamos a Portugal, no sabía lo que estaba ocurriendo".

"No entiendo lo que pudo haber ocurrido", ha dijo Germade, que ha admitido que el nivel competitivo internacional del K-4 está "muy igualado" como lo demuestra el que "cada año gana una embarcación diferente".

Ha revelado: "Estamos contentos porque la regata que hemos hecho hoy da una vuelta de tuerca al año pasado y hemos mejorado bastante con un barco muy competitivo que no ha fallado por motivos humanos sino que lo que ha pasado ha sido algo extraordinario".

El vasco Peña ha revelado que justo antes de la rotura del timón han notado un "quiebro fuerte" tras el que los cuatro tripulantes lograron "volver a enganchar, pero a los 10 segundos rompió por completo", momento en el que el marca "metía el pie para la derecha mientras la embarcación giraba a la izquierda, e invadía a Portugal".

"No nos lo creíamos y seguimos sin hacerlo", ha dicho Peña, que ha manifestado que el golpe propinado por la embarcación española a la portuguesa ha sido "fortísimo" y "brutal".

El vasco ha confesado que este percance ha supuesto uno de los momentos "más duros" de su vida, tras once meses de trabajo para llegar al que cree que era su "día" porque el barco "caminaba increíblemente bien".

El entrenador del K-4 español, Luis Brasero, ha dicho que es "inexplicable" la rotura del timón, y que "nadie se cree que pueda pasar en una regata de pista pero ha ocurrido", aunque "el pasado es pasado, y aquí comienza una nueva temporada".

"Al margen de que los chavales merecían la medalla y la tenían que haber conseguido, y es por lo único que estoy jodido, este era un año más para consolidar que vamos a clasificar la embarcación y ese trabajo se ha visto", ha manifestado.

En opinión de Brasero, el equipo está "tranquilo, y casi con ganas de volver a empezar".

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