Málaga 3-2 Real Madrid: el órdago de Mourinho fue un farol

Horas antes del partido ante el Málaga el madridismo ya tenía la noticia del partido. Después de haber recibido un espaldarazo de Florentino, Mourinho decidió seguir con su purga interna con aquellos que no siguen su cuerda. Esta vez el señalado era nada menos que el capitán, todo un envite justo cuando más se cuestiona la continuidad del técnico portugués.

Con tremenda apuesta y las hostilidades desatadas, Cristiano Ronaldo, el más protegido de Mourinho, fue el encargado de tirar de galones y ejercer de general de los blancos. Desde los primeros minutos buscó el gol pero se encontró a un felino Caballero.

Pero la presumible guerra abierta en el vestuario se acabó reflejando en el campo. Este Real Madrid está dividido en dos bandos y no solo de puertas adentro, en el partido de este sábado en la Rosaleda la distancia entre atacantes y defensores era enorme, solo la insistencia y velocidad de Cristiano y Di María, hacía ver que el partido podía caer del lado blanco.

Además el equipo de Chamartín tenía delante a un equipo que, por mucho que la UEFA quiera, es un equipo de talla europea. No se jugaban nada los malagueños pero también están enfrascados en una guerra, aunque esta más desigual, ante el máximo organismo del fútbol europeo.

En medio de tanta beligerancia, había un jugador que hoy estaba de celebración. Isco había recibido hoy de manos de Tuttosport el premio 'Golden Boy' que premia al mejor jugador europeo menor de 21 años, y quería demostrar que era merecido. Tras un primer asalto nulo en el que el Málaga no probó a Adán, en la segunda parte Joaquín durmió un balón en el área y ante la pasividad de Essien cedió para el Golden Boy y este ajustició en su primer tiro a puerta a Adán.

Una avalancha de juego pasó por encima de desestructurado Madrid, pero no acabó de matar el partido el Málaga.Esté el Madrid sumido en guerras internas o no, tiene pegada y en una jugada embarullada acabó metiendo la pelota la portería de Caballero, sin saber muy bien como. Entre Benzema y Sergio Sánchez acabaron empatando el partido.

Todo era una ilusión y el Málaga, de un ex-entrenador del Real Madrid- Pellegrini-, iba a demostrar la importancia de un vestuario unido. Los costasoleños enrabietados con la decisión de Platini salieron del círculo central conjurados para conseguir la victoria. En dos zarpazos de un Roque que no llevaba mucho en el campo el Málaga se puso 3-1 arriba.

Los efectos de la guerra estaban devastando al Real Madrid y el mejor reflejo era la cara del 'prisionero' Casillas, se retorcía con cada jugada el portero de Móstoles. Algunos 'soldados' del equipo no se borran pase lo que pase y siguen a lo suyo. Ozil dejó uno de los detalles del partido, un pase con el exterior a Benzema, que le ponía el gol en bandeja.

De ahí en adelante lo siguió intentanto el Madrid con todas sus armas, pero a la hora de enseñar las cartas, Mourinho tuvo que demostrar que su órdago había sido un farol.