Más sombras que luces en el Barcelona

  • Ganar los tres puntos ante Osasuna era el objetivo del Barcelona para mantener su ventaja sobre el Real Madrid. Ese objetivo lo logró el equipo azulgrana, pero lo hizo con más dificultad de la esperada y en un partido en el que las buenas noticias fueron menos destacadas que las malas.
2-0. El Barça mantiene la distancia de seguridad con un partido menos
2-0. El Barça mantiene la distancia de seguridad con un partido menos
Jorge Ramírez Orsikowsky

Siguen los ocho puntos de ventaja sobre el Real Madrid con una jornada menos por disputarse. Parece imposible que el Barcelona pierda nueve puntos (tiene la diferencia de goles ganada a los blancos) en los cinco partidos que quedan. Por ese lado, el partido ante Osasuna fue un éxito para los azulgranas, que acarician el título de Liga, que sería el tercero consecutivo.

El marcador fue la mejor noticia para los de Pep Guardiola, pero no la única. Otro punto positivo fue que David Villa, que llevaba 11 encuentros sin celebrar un gol suyo, rompió esta racha adversa ante los navarros. El entrenador no le dio descanso para que marcase antes de la semifinal de la Champions ante el Real Madrid y el Guaje cumplió y se quitó un peso de encima.

El tercer elemento positivo fue el gol 50 de Lionel Messi esta temporada, que demuestra que el argentino, hoy por hoy, es el corazón de este equipo. Sin sus goles, la situación ahora sería otra muy distinta. Otra lectura positiva del encuentro fue el descanso que Guardiola pudo dar a seis de los presumibles titulares en el Bernabéu en el partido de ida de Champions: Xavi, Iniesta, Messi, Pedro, Puyol (se espera que pueda jugar el miércoles) y Piqué.

Puntos negativos del choque ante Osasuna

El descanso, no obstante, no fue todo el que hubiera deseado Pep. El mal partido con los suplentes ante Osasuna obligó al técnico azulgrana a sacar a Iniesta nada más empezar la segunda parte, por lo que jugó 45 minutos. Messi, al que no le gusta perderse ni un minuto, tuvo algo más de media hora, y Xavi salió al campo en el minuto 66. Tan rápido hizo los cambios Guardiola, que temía perder algún punto, que Maxwell tuvo que disputar los últimos minutos lesionado.

La lesión del lateral es una pésima noticia porque los otros dos, Abidal y Adriano, no van a jugar en el Bernabéu con seguridad. Su contractura en el pubis tendrá en vilo al cuerpo técnico y a la afición, sobre todo porque las lesiones se acumulan en la defensa. Gabi Milito sufrió ante Osasuna un problema en el sóleo y quizá no pueda jugar ante el Real Madrid, baja que no será importante si se recupera el gran capitán Puyol, que parece que será así. Si no lo hace, Pep tendrá más problemas para organizar la línea defensiva.

La falta de fondo físico es otro punto que inquieta a los azulgranas. E inquieta más porque el gran rival parece que llegará al partido como una moto. El Barcelona no está fino y eso se ha notado en el juego, ya no tan fluido, y en los resultados, mucho menos contundentes en la segunda parte de la temporada. El Real Madrid goleó 3-6 al Valencia y el líder pudo pinchar ante Osasuna en uno de sus peores encuentros del año. Apenas disparó con peligro y concedió muchas oportunidades a un rival inferior.

Un tropiezo hubiera sido más grave en el aspecto mental que en lo puramente deportivo. Las dudas han asaltado al Barcelona después de la derrota en la final de la Copa del Rey, y aunque la Champions, a doble partido, será muy diferente, la sensación es que va a ser mucho más difícil llegar a la final de lo que se pensaba, o más bien pensaba la afición culé, antes del maratón de partidos con el Real Madrid. Más que en el histórico 5-0 del Camp Nou, ahora todos miran al partido de Valencia como el escenario más posible. Igualdad máxima y una eliminatoria que se decidirá por detalles.

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