"Mi antorcha sería hoy totalmente distinta", dice diseñador de Barcelona'92

  • Cuando mañana, miércoles, se cumplen veinte años del comienzo de los Juegos de Barcelona, el diseñador André Ricard, creador de la antorcha de aquella cita, ha reconocido que su entonces rompedora creación sería hoy "totalmente distinta", del mismo modo que la urbe catalana se transformó a sí misma y con ella el movimiento olímpico.

Àlex Cubero

Barcelona, 24 jul.- Cuando mañana, miércoles, se cumplen veinte años del comienzo de los Juegos de Barcelona, el diseñador André Ricard, creador de la antorcha de aquella cita, ha reconocido que su entonces rompedora creación sería hoy "totalmente distinta", del mismo modo que la urbe catalana se transformó a sí misma y con ella el movimiento olímpico.

Sosteniendo una de sus antorchas que formaron parte del recorrido de relevos en 1992 a través de seis mil kilómetros, Ricard se ha reunido hoy en el Museo Olímpico y del Deporte de Barcelona con Marc Rocas, estudiante de diseño que se ha impuesto en un concurso para crear la antorcha conmemorativa de los Juegos.

Mañana, 25 de julio, el mismo día en que Barcelona saludó al mundo desde el Estadio Olímpico Lluís Companys, la antorcha de este joven estudiante de 22 años recorrerá las calles de Barcelona de la mano de 36 atletas y personalidades, hasta encender un pebetero en la montaña de Montjuïc, epicentro de los Juegos barceloneses.

"No me sorprende que su antorcha no se parezca. Yo no haría hoy la misma antorcha, sería totalmente distinta. ¿Cómo sería? Explicar la creatividad es imposible. Como decía Pablo Picasso, eso no se busca, simplemente se encuentra", ha relatado Ricard en una entrevista concedida a Efe, junto a Marc Rocas.

"La Barcelona de los noventa no es la de hoy -ha explicado el reconocido diseñador-. Era una ciudad prácticamente desconocida, con muchas ilusiones para el futuro. Mi antorcha correspondía con ese momento histórico. Pero ahora las cosas han cambiado, Barcelona es reconocida y tiene una personalidad mucho más marcada que entonces".

A los 83 años Ricard recuerda cómo "se quería hacer una ruptura, no solo en la antorcha, sino en la propia candidatura, el logotipo o la mascota, para mostrar que se ponía toda la carne en el asador".

"La estética olímpica estaba muy anticuada, siempre rememorando tiempos pasados. Nosotros la abrimos y si se han hecho olimpiadas bonitas después, es porque nosotros fuimos la llave", ha opinado.

Aún así, él entendió que la antorcha debía ser "un vehículo para transportar el alma del movimiento olímpico, un objeto sacro dentro de una liturgia que debía ser respetada", donde tan importante era su diseño, como su integración en la figura del atleta o incluso el propio sentido de la llama.

"Tuve la total libertad de hacer lo que sentía que debía hacer. Todos expresaron lo que llevaban dentro, como el Cobi de Mariscal o los logotipos de Miró", ha afirmado. "Con el tiempo hemos visto que fue un acierto, algo realmente extraordinario".

Bajo su punto de vista, "aquellos Juegos no solo marcaron un antes y un después para Barcelona, sino también para el movimiento olímpico. Mostraron otro camino, del clasicismo a un espectáculo que emociona todavía veinte años después".

Por ese entonces, Marc Rocas tenía apenas dos años. Sin embargo, este catalán nacido en Suiza, que acaba de terminar cuarto de ingeniería industrial y estudia segundo de ingeniería industrial mecánica, tiene "muy presente" el legado de aquellos Juegos.

"Busqué elementos que caracterizaran a Barcelona: el clima, el mar, las olas, la arquitectura que se creó en aquel momento, la explosión de una Barcelona que creció y evolucionó hasta la ciudad actual, pionera en diseño y en otros campos", ha explicado.

Marc fue seleccionado entre estudiantes de las escuelas Elisava, la Escola Superior de Disseny y la Eina Escola de Disseny i Art, donde él se forma. "Fue un golpe de suerte. Y trabajo, claro".

Aunque estéticamente difiere mucho del diseño de Ricard, el joven matiza que, "simbólicamente, tiene mucho de ella, parar mostrar esa evolución de la ciudad. Su antorcha evoca el cambio que hubo entre la suya y las anteriores". "Esa fue su verdadera relevancia". EFE

1011130

Mostrar comentarios