Modric, la fuerza motriz de Croacia

  • Le decían que era demasiado bajo y delgado, que nunca sería un buen internacional ni tendría éxito fuera de Croacia. Hoy día, Luka Modric no es sólo la fuerza motriz de la selección sino también del Tottenham londinense.

Nedim Hasic

Zagreb, 4 jun.- Le decían que era demasiado bajo y delgado, que nunca sería un buen internacional ni tendría éxito fuera de Croacia. Hoy día, Luka Modric no es sólo la fuerza motriz de la selección sino también del Tottenham londinense.

El traspaso por 27 millones de euros del centrocampista del Dinamo Zagreb al club inglés es hasta hoy la venta más cara de un futbolista croata al extranjero.

Aunque Croacia depende ahora completamente de Modric, poco faltó para que esta estrella de 27 años nunca llegara a ser futbolista.

Su familia, desplazada de la guerra croata en la década de 1990, vivía en hoteles de la ciudad adriática de Zadar, en cuyo club jugaba Modirc, y donde decidió quedarse incluso después de les fuera devuelta su casa en el pequeño pueblo de Zaton Obrovacki.

"No les seducía a mis padres la idea de que un día llegara a ser famoso. Sólo querían ayudar a su niño. Sus amigos retornaban a los hogares de antes de la guerra y sugerían a mis padres hacer lo mismo, pero ellos contestaban que querían dejar a su hijo dedicarse a lo que le gustaba", ha recordado Modric sobre esa época.

La madre trabajó como costurera y el padre, tras regresar del Ejército, ejerció de técnico aeronáutico en el aeropuerto de Zadar.

"En el hotel había mucha gente, muchos niños, y yo tenía muchos amigos. Lo pasaba muy bien, como niño no era consciente de la guerra y de lo que pasaba en nuestro entorno. Mis padres fueron siempre optimistas y yo no sabía sobre la difícil situación en que se hallaban", recuerda Modric.

Modric jugó en el FK Zadar desde los siete a los quince años, cuando sus padres decidieron financiar, no sin dificultades, su asistencia a una escuela para talentos en la región costera de Dalmacia.

A los 15 años de edad, intentó pasar al Hajduk, pero regresó después de una semana porque lo consideraron demasiado joven.

Un año más tarde, un aficionado del Dinamo lo vio jugar en Zadar y lo recomendó al club de Zagreb, que aceptó la propuesta.

En 2003 el Dinamo lo cedió a su filial FK Zrinjski, de la ciudad bosnia de Mostar, donde a los 18 años de edad fue proclamado el mejor jugador de la liga de Bosnia-Herzegovina.

De regreso a Zagreb, empezó a jugar en el Inter de Zapresic, con el que firmó un contrato por diez años. Con el dinero de la ficha compró un piso a sus padres en Zadar.

En 2006, ya de nuevo en el Dinamo, logró el doblete de campeón de liga y copa.

Su verdadero florecimiento empezó con la llegada de Slaven Bilic como seleccionador nacional, quien le encargó llevar el peso del equipo, una confianza a la que el jugador respondió con creces.

Modric es uno de los pocos futbolistas cuyo juego recuerda la generación de oro de la década de 1990, liderada por Davor Suker, Robert Prosinecki y Zvonimir Boban, y es hoy día el jugador croata mejor valorado en la escena internacional.

En 2011, los aficionados del Tottenham le proclamaron el mejor jugador del club.

El Tottenham rechazó entonces los 25 millones de euros que ofreció el Chelsea por Modric y medios de varios países especulan ahora sobre posibles traspasos a equipos como el Real Madrid, el Paris Saint-Germain o el Manchester United.

"Estoy centrado en el campeonato europeo y en este momento no pienso en otra cosa", ha reaccionado Modric ante esos rumores.

En relación al Grupo C de la Eurocopa, que Croacia comparte con España, Italia e Irlanda, Modric ha reconocido la dificultad que entrañan esos rivales.

"Los irlandeses son una nación futbolística fanática, muy buena selección con numerosos jugadores experimentados de la Premier. Los italianos y los españoles son campeones mundiales del 2006 y 2010. Son los favoritos, pero nosotros intentaremos frenar sus planes" dijo Modric recientemente.

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