Motorland, el sueño de los mejores pilotos del mundo

Las motos ya están en España. Pero no en Montmeló, Jerez o Cheste. Lo están en Alcañiz (Aragón).  A apenas cinco kilómetros de su núcleo urbano se ha levantado una Ciudad del Motor de 350 hectáreas de ocupación. En su interior, un circuito que iniciaba la temporada como reserva para este Mundial pero que por la imposible finalización del nuevo trazado de Balatonring, en Hungría, se ha acabado llevando este premio.

Pero, ¿por qué Motorland Aragón en Alcañiz? Muy sencillo: la enorme tradición automovilística que ha existido en esta ciudad durante varias décadas. Su origen hay que buscarlo en un circuito urbano montado por las calles. Su primer Gran Premio oficial tuvo lugar allá por 1965, entre casas y barreras de protección, en un trazado que se denominó como Guadalope.

Muchos de los pilotos más conocidos del panorama nacional como Carlos Sainz o Luis Pérez Sala disputaron carreras en Alcañiz. El problema llegó al inicio de la década de los 90 cuando las medidas de seguridad comenzaron a ser cada vez más exigentes, mayores si cabe para un trazado urbano, y el famoso Guadalope tuvo que acabar echando el "cierre".

Fue entonces cuando empezó a surgir la idea de montar algo similar pero sin los inconvenientes de correr por medio de la ciudad. Los proyectos se acumulaban hasta que se las autoridades se decidieron por el actual. Con un coste de alrededor de 60 millones de euros, y no sólo con la pista principal sino con otras áreas y otros circuitos de tierra o de karts.

"La Ciudad del Motor de Aragón" es una empresa pública cuyo accionariado corresponde al Gobierno de Aragón (60%), Diputación de Teruel (20%) y Ayuntamiento de Alcañiz (20%). La financiación ha venido del Fondo especial de Teruel, que se da al 50% por el Gobierno de Aragón y al otro 50% por el Gobierno Central.

Para los pilotos de MotoGP es algo totalmente nuevo, aunque algunos como Lorenzo ya han afirmando que está ante la mejor pista del Mundial. El trazado ha sido creado por el alemán Hermann Tilke, creador de varios circuitos, y contó con el asesoramiento del ex piloto de Sauber, el catalán Pedro Martínez de la Rosa. Y un aliciente más: existe un "sacacorchos" entre las curvas 8 y 9, como el archiconocido de Laguna Seca. El espectáculo comienza.