Moyá "estamos trabajando para averiguar por qué la pista resbala tanto"

  • El futuro de la tierra azul en el torneo de Madrid depende de una evaluación de la ATP y de la WTA, al finalizar este evento, aunque tras las últimas quejas del serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, y del resto de jugadores, la organización trabaja a destajo para averiguar "por qué la pista resbala tanto".

Madrid, 9 may.- El futuro de la tierra azul en el torneo de Madrid depende de una evaluación de la ATP y de la WTA, al finalizar este evento, aunque tras las últimas quejas del serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, y del resto de jugadores, la organización trabaja a destajo para averiguar "por qué la pista resbala tanto".

"Estamos averiguando por qué la pista resbala tanto, porque hace una semana no sucedía esto", comentó hoy Carlos Moyá en una reunión con varios medios de comunicación.

Este viernes está prevista la visita de Brad Drewett, presidente de la ATP, aunque la decisión final sobre la continuidad de la pista azul, que de momento solo tiene vigencia para este año, será debatida después del torneo por la ATP y la WTA, quienes considerarán todos los factores, y será tomada bien durante Wimbledon o durante el Abierto de Estados Unidos.

"Estan trabajando por la noche incluso para mejorar las condiciones de la pista y evitar que los jugadores se resbalen, afortunadamente no ha habido ningún lesionado", señaló Carlos Moyá, coodirector del torneo.

Manolo Santana, director del torneo, tuvo que afrontar ayer martes una tensa situación cuando en la conferencia de prensa de Djokovic tras vencer al español Daniel Gimeno-Traver, el número uno del mundo clamó contra la pista azul al señalar: "O salgo con las botas de fútbol o invito a Chuck Norris a jugar".

"Es imposible jugar en esta pista y la ATP no ha tenido en cuenta la opinión ni la voz de los jugadores. Tienen que saber lo que está pasando y los jugadores deber estar protegidos. Es imposible moverse en la pista central. Es mucho más resbaladiza", dijo el tenista de Belgrado. EFE.

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