A la final del miércoles se accedía superando la altura de 4,60 metros, pero esa marca fue reducida a 4,55, que superaron catorce saltadoras y la brasileña lo hizo en el primer intento.
Entre las favoritas, fue eliminada la alemana Silke Spiegelburg, que solo pudo superar la marca de 4,45.
La alemana de 29 años había ganado la Liga de Diamante en garrocha en 2012 y 2013, y fue cuarta en los Mundiales de Berlín-2009 y Moscú-2013 y en los Juegos de Londres-2012, además de plata en el Campeonato de Europa de 2010.
Pese a esa eliminación, Murer ve un grupo de competidoras de "alto nivel" y vaticinó que no será fácil conseguir un metal.
"Va a ser una final de alto nivel. No será fácil conseguir una medalla, aunque ese es siempre el objetivo. Hay cinco o seis chicas que pueden ser capaces de todo y de estar en el podio", estimó Murer a la AFP tras lograr el pase a la final.
"Yo por el momento estoy tranquila. Estoy acá para hacerlo lo mejor posible, como siempre, y llego a la final con confianza", apuntó.
Sobre la ronda clasificatoria, celebró haber podido dosificar esfuerzos y haber sellado su pase con apenas un salto.
"El objetivo era no cansarnos mucho antes de la final. Pensaba que tendría que saltar también el 4,60 metros, pero no hizo falta y con 4,55 ya bastó. Mantendré la concentración para la final", prometió.
Murer negó además sentir una especial presión por ser la gran esperanza de medalla de Brasil en este Mundial, después de la eliminación el sábado de otro garrochista, Thiago Braz, en la ronda clasificatoria de la prueba masculina.
En 2016, Murer, que tendrá 35 años, buscará la despedida soñada en los Juegos Olímpicos de Rio, pero antes de llegar a ese emotivo momento ha diseñado su temporada de 2015 pensando en este Mundial de Pekín.
Llega a China avalada por la cuarta mejor marca de la temporada, el 4,80 metros que alcanzó en junio en Nueva York, y a once centímetros de la mejor marca de lo que va de año, conseguida por la cubana Yarisley Silva (4,91 metros), la mujer que le privó el pasado mes del oro en los Juegos Panamericanos de Toronto, donde Murer se tuvo que conformar con la plata.
En el año 2014, en el que no hubo ni Mundial al aire libre ni Juegos Olímpicos, Murer tuvo un papel protagonista y se llevó la victoria final en su prueba, el salto con pértiga, en el circuito de la Liga de Diamante, el que agrupa a las principales reuniones del atletismo internacional.
En el Mundial de Moscú-2013 defendía la corona de Daegu-2011, pero se quedó con un 4,65 metros discreto para sus posibilidades, que le deparó un quinto puesto en una prueba donde se coronó la 'zarina' Yelena Isinbayeva con un 4,89 metros ante su público. Murer acabó aquella competencia entre lágrimas, muy disgustada por haber perdido el título mundial, que ahora tratará de reconquistar ante su público.
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