Nacho, el antidivo del Real Madrid, vuelve a ser una solución para Ancelotti

    • No tiene pinta de central 'matón': es bajito (1,78 m), poco musculado y con cara de niño bueno, pero todos los entrenadores (Del Bosque, Mourinho y Ancelotti) han confiado en él.
    • Es el penúltimo en el escalón salarial de la plantilla, gana 800.000 euros, y destaca por su sobriedad, facilidad para sacar el balón jugado desde atrás y no cometer errores.
Nacho, el antidivo del Real Madrid, vuelve a ser una solución para Ancelotti.
Nacho, el antidivo del Real Madrid, vuelve a ser una solución para Ancelotti.
Ulises Sánchez Flor

Nacho, el cuarto central del Real Madrid, el más bajo (1,78 m) y el penúltimo en el escalón salarial de la plantilla (800.000 euros) vuelve a presentarse como una solución a los problemas de una plantilla colmada de internacionales. Sergio Ramos no puede jugar el último partido de la fase de grupos contra el Copenhague por su expulsión en el encuentro de la Champions frente al Galatasaray. Una acción que le reprochó públicamente su entrenador. Raphael Varane sigue lesionado y el estado de salud de su rodilla es una incógnita. Se lleva con mucho secretismo el proceso de recuperación del defensa francés y, a pesar de que Ancelotti diga que no tiene que pasar por el quirófano de nuevo, nada está descartado.

El Real Madrid se ha quedado sin centrales para el último partido de esta fase de grupos en la Champions y el entrenador tiene que recurrir a la polivalencia de un futbolista tímido, silencioso y poco exuberante. José Ignacio Fernández (1990, Madrid), Nacho, no tiene pinta de central. Es el antidivo. Uno de los más modestos y sencillos de la plantilla blanca. Se le considera bajito para ocupar esta demarcación, tiene cara de niño bueno, está poco musculado y no da la sensación de intimidar a los delanteros. Pero vuelve a ser una solución para el Real Madrid en un momento en el que no tiene centrales y la lesión de Varane ha encendido las alarmas en el club.

Algo tendrá Nacho cuando han confiado en él entrenadores como Vicente del Bosque, Mourinho y Ancelotti. Los tres se refieren a él como un futbolista sobrio, que sabe sacar el balón jugado desde atrás, que no se complica y comete pocos errores. Es bajito, pero tiene un buen salto y, sobre todo, es inteligente en su movimientos. Suple sus carencias con virtudes como la anticipación y la intuición. Pero lo que más le gusta a los entrenadores de Nacho es su humildad y sacrificio. Mourinho le hizo debutar en el primer equipo del Real Madrid en un partido de Liga que se disputó en Mestalla. Fue el 23 de abril de 2011.

Ese día el Real Madrid ganó al Valencia (3-6) y Nacho jugó de lateral izquierdo. En el tramo final del partido se le subieron los gemelos y tuvo calambres. Mourinho le miraba desde la banda con cara de sufrimiento, pero el chico no pidió el cambio y siguió jugando. Desde ese día se ganó la confianza del exigente entrenador portugués. "Me gustan los chicos que saben sufrir", dijo para elogiarle Mou. Y le premió con más partidos y una ficha en el primer equipo. Si había un problema de urgencia, ahí estaba Nacho. A Ancelotti le ha sucedido lo mismo. El técnico italiano, acostumbrado a entrenar centrales con pinta de matones, empezó a descubrir en la pretemporada que Nacho no cometía errores en su juego. Hacía todo lo que tiene que hacer un defensa sin alardes ni acciones que pudieran poner en riesgo a su equipo. Así que decidió quedárselo como recambio de emergencia y le ha respondido siempre que le ha necesitado.

Sin Raúl Albiol, pasó a ser el cuarto central. En Liga le dio la titularidad contra el Getafe y en la Champions le sacó contra el Galatasaray cuando Sergio Ramos vio la tarjeta roja. Con un jugador menos, el Real Madrid goleó al equipo turco (4-1). Nacho hizo olvidar a Ramos.

El premio gordo se lo dio Vicente del Bosque en el mes de septiembre cuando le convocó para la selección absoluta y le hizo debutar en Ginebra contra Chile en un partido amistoso. Le sacó por Sergio Ramos y se convirtió en internacional. Este verano ya había sido campeón de Europa sub 21. Otro paso más en su escalada profesional.

La convocatoria de Del Bosque fue criticada. El seleccionador le llamó para suplir al lesionado Iñigo Martínez. Pero si le convocó fue porque es el técnico que mejor le conoce. Le fichó cuando tenía 10 años y jugaba en el Complutense de Alcalá de Henares. Desde entonces, Nacho pasó por todas las categorías inferiores del Real Madrid y todos los entrenadores han acabado confiando en él. Ahora va a jugar en Copenhague junto a Pepe. Mírenle bien porque pasa desapercibido por su juego sencillo y práctico y por no hacer 'tonterías' en el campo.

Mostrar comentarios