Nadal enseña a España el camino hacia su quinta Copa Davis

  • De principio a fin, desde el comienzo hasta el final, sin dar oportunidades. Rafa Nadal se deshizo sin problemas de Juan Mónaco y sumó el primer punto de la final de la Copa Davis para España, dando a Ferrer toda la tranquilidad en su choque ante Del Potro.

Serio, fuerte, sólido. Imparable. Así jugó Rafa Nadal el primer punto de la final de la Copa Davis ante Juan Mónaco, que lo intentó, pero no pudo hacer más que asistir como artista invitado a una fiesta, la de España, que comenzó a conquistar su quinta Ensaladera desde el principio.

Porque Nadal avasalló a Mónaco. Desde el minuto uno. Perdonó tres bolas de break en el primer juego, pero después encadenó seis juegos consecutivos para sentenciar el primer set y mandar un recado a su rival: aquí no ganas.

Mónaco lo intentó, no tiró el partido y se metió dos metros dentro de la pista para ser más agresivo de lo normal, pero Nadal no le perdonó. Comenzó a sumar puntos y juegos al mismo tiempo que subía la temperatura de las gradas, gélidas y lluviosas a primera hora, calientes y palmeras al final del partido.

Rafa no defraudó al público que llenó La Cartuja (con más de 3.000 argentinos que se hicieron notas, sobre todo al comienzo) y ofreció un recital de golpes: de derechas, de revés, dejadas y, por supuesto, su mítico 'parabrisas', con el que hizo correr al número dos argentino de punta a punta todo el partido.

Los 48 minutos del primer set dieron paso a otro paseo de Nadal en el segundo parcial. Mónaco cortó la sangría de siete juegos consecutivos del español, pero fue un espejismo, porque Rafa encadenó otros cinco para subir otro 6-1 al marcador y colocarse a un paso de sumar el primer punto en el electrónico de la Armada.

Mónaco consiguió ponerse por delante en el tercer set con su saque (1-0) y mantuvo la igualdad hasta el 2-2, pero ahí volvió a salir la garra de Nadal, que no dio una bola por perdida y rompió el saque del argentino en un juego impresionante con dos puntos que levantaron a los aficionados de sus asientos y en los que Mónaco besó el suelo.

Al final, 6-1, 6-1 y 6-2 para el número uno español en apenas dos horas y media de partido, que cumple con el guión establecido y acerca el sueño de la quinta Ensaladera para el tenis español.

Óscar Rodríguez
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