"Hemos hablado con los jugadores locales de aquí de Brasil, no se le da tanta importancia, queda mucho por investigar, no hay nada a ciencia cierta y en ese aspecto tampoco me he parado mucho a pensarlo. Imagino que sí, que hay que estar atentos a lo que pueda pasar", dijo en una rueda de prensa.
"Nos han dicho que han tomado muchas medidas para el torneo para que no hayan mosquitos, en ese aspecto estamos más tranquilos, que llevemos pantalones largos sobre todo en la noche y por la mañana (...) pero tampoco me obsesiono", subrayó.
Brasil detectó a fines de 2015 un aumento inusitado de casos de microcefalia, que se sospecha está ligado a este virus que comenzó a circular el año pasado y puede haber infectado a un millón y medio de personas. Todavía no existe una vacuna para prevenirlo.
El gobierno desplegó a unos 220.000 militares en una cruzada puerta a puerta para visitar tres millones de hogares y aconsejar a la población en la lucha contra el mosquito.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró que el brote del virus no compromete los Juegos Olímpicos de Rio en agosto.
jt/rs/ol
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios