En Nueva Zelanda o en China: Leicester tiene hinchas en todo el mundo

Miles de kilómetros les separan del club de sus amores, e incluso su pasión resulta exótica en sus propios países: el Leicester, a un paso de ser campeón en la Premier League, tiene hinchas en todo el mundo, en sitios tan lejanos y dispares como Nueva Zelanda y China.

A menos que exista un pingüino en la Antártida vestido con la camiseta del goleador Jamie Vardy, el neozelandés Rod de Lisle, de 55 años, es probablemente el hincha más lejos de Leicester, a 18.000 kilómetros de distancia.

"No existe una asociación de aficionados del Leicester en Nueva Zelanda. Y si hiciéramos una cabríamos en una cabina de teléfono", bromea con la AFP.

No quiere perderse la coronación de su equipo y ha previsto ir a Inglaterra para el final de la temporada. Con 7 puntos de ventaja a tres jornadas para el final, el Leicester puede proclamarse matemáticamente campeón el domingo si gana en el terreno del Manchester United.

De Lisle es originario de la provincia rural de Tokoroa, que vio nacer a grandes estrellas del rugby como Keven Mealamu o Quade Cooper.

Pero, a contracorriente, su pasión es por el fútbol y no por el balón ovalado: "Un día de 1974 veíamos al Leicester contra el Liverpool en una televisión en blanco y negro y decidí hacerme seguidor del Leicester porque sonaba mejor".

En aquella época, ver partidos por televisión era casi imposible y tenía que esperar tres meses para leer la revista "Shoot", que llegaba a Nueva Zelanda desde el Reino Unido en barco.

En un país loco por el rugby, los hinchas de fútbol son minoría y, la mayor parte del tiempo, se centran en los grandes de Inglaterra, como Manchester United o Chelsea.

Cuando eres fan de un club pequeño como el Leicester "te sientes como el único gay del pueblo", bromea De Lisle, en referencia a uno de los personajes de "Little Britain", una serie de televisión inglesa.

Ser hincha del Leicester ha hecho que muchos amigos le compadezcan abiertamente.

"Parece muy solo", señala Andy Sawyer, líder de un grupo de hinchas del Liverpool, cuyos 25 miembros se reúnen frecuentemente.

En su opinión, a De Lisle le falta un aspecto importante del deporte: el espíritu de comunidad y de camaradería.

Zhang Tianbo tiene más suerte que Rod De Lisle: él 'sólo' está separado de Leicester 8.000 kilómetros. Pero nunca ha salido de su país, China.

Este adolescente de 16 años administra una cuenta dedicada al club en la red social Weibo, el equivalente chino a Twitter.

Desde el principio de la temporada ha pasado de 3.000 a 7.000 seguidores. Su afición por el Leicester se remonta a 2013, antes de la hazaña de esta temporada: "No tenía a nadie con quién hablar", recuerda.

El amor de Zhang por el Leicester nació de una forma curiosa.

Quería elegir un equipo para el videojuego FIFA Manager. Uno de sus ídolos del pasado era Peter Schmeichel, el recordado arquero del Manchester United, y cuando descubrió que el hijo del danés, Kasper, juega para el Leicester tuvo "un flechazo" por ese club.

China es un mercado de futuro para el futuro europeo: en el último mercado de fichajes, el campeonato del gigante asiático gastó más que la Premier League (331 millones de euros contra 253).

El Leicester, propiedad de un magnate tailandés, lanzó hace dos semanas su cuenta Weibo certificada, que cuenta con 10.000 'followers'. Una gota en el océano, teniendo en cuenta que el Manchester United tiene 8,6 millones y el Chelsea 2,5 millones.

Wang Song Aohan, un pekinés de 25 años, es aficionado del Leicester desde su época de estudiante.

"Hay una gran diferencia entre hacerse fan de un equipo ya grande y apoyar un club pequeño y un poco despreciado, que llega al nivel que ha alcanzado ahora el Leicester", subraya.

Wang Beilin, de 25 años, va todavía más lejos en su pasión, como si el club fuera una estrella del pop, despreciando a los 'nuevos hinchas' del Leicester: "¡Tengo la impresión de que ya no me pertenecen a mí sola!".

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