Ojo a las montañas españolas: 67 muertos en lo que va de año

  • Las montañas españolas se han cobrado la vida de 67 personas en lo que va de año, la mayoría de ellas por inexperiencia, falta de planificación y por exceso de confianza, han informado a Efe fuentes del Grupo de Rescate de la Guardia Civil (GREIM).

Rafael Martínez

Madrid, 24 nov.- Las montañas españolas se han cobrado la vida de 67 personas en lo que va de año, la mayoría de ellas por inexperiencia, falta de planificación y por exceso de confianza, han informado a Efe fuentes del Grupo de Rescate de la Guardia Civil (GREIM).

Los extravíos, tropiezos y problemas físicos encabezan, en este orden, la lista de los tipos de intervenciones más comunes realizadas por el GREIM, que ha practicado 731 rescates, con un saldo de 434 heridos y 716 personas ilesas, en operaciones del 1 de enero al 5 de noviembre.

El mayor número de accidentes se concentra en el Pirineo aragonés con 258 siniestros a lo largo de toda la cordillera, lo que representa el 35,29 % del total nacional, mientras que la sierra mallorquina de Tramuntana ocupa, sorprendentemente, la segunda posición en accidentes de montaña.

Así los barrancos de la isla de Mallorca han provocado 85 siniestros, el 11,63 %, casi el doble que los ocurridos en sistemas más altos como Picos de Europa, con el 7,39 %; Sierra de Gredos, el 7,11 %; y Sierra Nevada, el 5,20 %.

Según el teniente Fernando Rivero Díaz, del Servicio de Montaña de la Guardia Civil, el problema de ciertas cumbres míticas del país como Almanzor, Aneto, Veleta, Mulhacén y el Teide es que tienen un "efecto llamada" por su importancia, "por lo que a ellas acude un gran número de personas, gran parte sin una preparación adecuada y sobrestimando sus posibilidades".

Y es que a pesar de la creencia popular, una montaña no es más peligrosa porque en ella se produzcan más accidentes, sino que es necesario diferenciar las ascensiones realizadas por montañeros expertos, cuya estadística de incidentes en casi nula, y por "senderistas aventureros", que encabezan holgadamente la clasificación de siniestralidad.

Tal es el caso del Aneto, el techo de los Pirineos con 3.404 metros de altitud, y que debido a su glaciar es calificada como la reina de las cumbres nacionales y al mismo tiempo aquella que entraña un mayor riesgo en su ascensión, y por tanto genera más trabajo para las unidades del GREIM.

Curiosamente, el Teide tiene el honor de ser no solo el pico más alto del país sino también uno de los que menos sucesos registra, 12 incluyendo el resto de cumbres canarias, según datos facilitados a Efe por la Guardia Civil.

Y es que si bien su ascensión exige un nivel físico-técnico importante, el teleférico que lleva hasta la cumbre realiza la "selección natural" entre aquellos que se lanzan a por la foto y los que desafían a pie al volcán tinerfeño.

En cuanto a los lugares más complicados para realizar un rescate, el Servicio de Montaña sitúa a la cabeza de las intervenciones aquellas relacionadas con la espeleología, por su complejidad técnica, y los barrancos, debido a la angostura del terreno.

No obstante, la clave de un rescate reside en el uso del helicóptero, que simplifica notablemente los riesgos en cualquier lugar, sobre todo en las montañas, en cuanto a accesibilidad y evacuación de un accidentado.

Así se explican la actuaciones más destacadas del GREIM en lo que va de año y que ocurrieron en enero y febrero en el Pirineo Aragonés, que sufrió una ola de frío siberiano acompañada de fuertes vientos, que cubrió la montaña de un hielo peligroso que impedía el uso del helicóptero en caso de rescate.

Las unidades del GREIM se vieron desbordadas al ocurrir tres accidentes casi simultáneos, dos en el pico Bisaurín y uno en Peña Forca, que tuvieron que realizarse de noche y porteando a los heridos en camillas.

En cuanto al perfil del accidentado, se trata de un hombre de entre 19 y 60 años, procedente de Madrid, Zaragoza y Baleares, sin licencia federativa, que subió la montaña sin guía, en días festivos, acompañado de una o más personas y cuyo accidente responde en el 34 % de las veces a la inexperiencia.

El alcohol y las drogas tan solo han protagonizado el 0,55 de los incidentes, tal vez porque la montaña exige mantener los cinco sentidos intactos y porque las celebraciones se dejan siempre para después.

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