Operación Galgo: ¿y si Marta Domínguez es inocente?

  • Marta Domínguez declara este miércoles ante el Juzgado de Instrucción número 24 de Madrid y lo hará tras ser 'condenada' ya por los medios de comunicación, que han dado por supuesto que la mejor atleta española de todos los tiempos es culpable de todos los cargos que se le imputan pero, ¿y si la palentina es inocente?
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Óscar Rodríguez

Cuando el 9 de diciembre saltaba la liebre con la puesta en marcha de la Operación Galgo, periódicos, radios, informativos de televisión y medios digitales se hacían eco rápidamente de un nombre: Marta Domínguez. La Guardia Civil había entrado a primera hora de la mañana en el domicilio de la campeona del mundo de 3.000 obstáculos en Palencia y lo estuvo registrando por espacio de casi cuatro horas.

Al registro le siguió un interrogatorio de casi ocho horas en la comandancia de la Benemérita de la capital castellana, tras el que Marta quedó en libertad con cargos. Se le acusaba, según la nota que hizo pública la Guardia Civil, de ser "suministradora de sustancias dopantes". Es decir: Domínguez no se había dopado, o al menos no se le acusaba de ello, sino de ser el enlace entre los deportistas y la red de dopaje. Los medios no necesitaron más.

La palentina durmió en su propia casa esa noche y las siguientes, pero tuvo que desayunarse un día después con titulares como "Oro en dopaje" (diario Público, 10 de diciembre), "El dopaje derriba otro mito" (El País, 10 de diciembre) o "Marta también era mentira" (MARCA, 10 de diciembre). Todos daban por hecho que la palentina era culpable. ¿En base a qué?

La atleta no rompió su silencio los días posteriores. Mientras la prensa filtraba cada día datos de la investigación pese al secreto del sumario, ella guardaba reposo en su casa obligada por su estado de gestación: está embarazada de cuatro meses. Sólo el lunes 13 respondió a un cuestionario enviado por la Agencia EFE en el que sobresalían tres ideas: "La Guardia Civil no ha encontrado ninguna sustancia en mi casa", "nunca he traficado con sustancias dopantes" y "el jueves por la mañana me informaron de que simplemente era una testigo en ese procedimiento".

La Benemérita no aclaró en ningún momento por qué se detiene a la palentina, pero mientras tanto comienzan a declarar el resto de encausados. El exatleta Alberto García y el entrenador de Domínguez, César Pérez, lo hacen el domingo 12 y son puestos en libertad sin cargos. El País, mientras, publica el día 15 que se comenzó a investigar a Marta por una bolsa de sangre encontrada en 2006 en medio de la Operación Puerto.

Las declaraciones del exentrenador de la palentina, Mariano Díez, tampoco le han ayudado mucho. Confirmó a cuantos le preguntaron que Eufemiano Fuentes era su médico (algo que, sorprendentemente, había pasado siempre desapercibido) y que avisó a la atleta de los riesgos que entrañaba irse con César Pérez, "el camello de la Blume" según Díez, que asegura que nunca hizo nada porque cuando preguntaba si todo era legal le decían que sí y que "es mejor que no sepas nada". Otra ayuda innecesaria.

Así llegamos al 22 de diciembre, cuando Domínguez está citada en el Juzgado de Instrucción número 24 de Madrid para prestar declaración ante la juez titular, una vez que ésta ya se ha recuperado de una enfermedad que le ha mantenido de baja médica varios días. Marta declarará ante la justicia, lo que lleva pidiendo desde el pasado día 13, esperando que se escuche su versión e intentado limpiar su nombre.

Será complicado, cuando media España ya la ha condenado. Pero, ¿y si por casualidad es inocente? Sólo sus paisanos lo creen hoy en día.

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