Ormaechea: "Tengo que pelear mucho para llegar a donde quiero"

  • La argentina Paula Ormaechea se define como una loca del deporte, una luchadora que no se pone límites y confía en seguir deslumbrando en Roland Garros, donde hoy se clasificó para la tercera ronda al eliminar a la kazaka Yaroslava Shvedova, 27ª cabeza de serie.

París, 30 may.- La argentina Paula Ormaechea se define como una loca del deporte, una luchadora que no se pone límites y confía en seguir deslumbrando en Roland Garros, donde hoy se clasificó para la tercera ronda al eliminar a la kazaka Yaroslava Shvedova, 27ª cabeza de serie.

"Es muy importante seguir dando pasos en un torneo como este. Estoy muy contenta, todavía no me lo puedo creer pero tengo que seguir enfocada", comentó la de Sunchales (Santa Fe), de 20 años, que todavía no ha digerido el hecho de que se haya colocado en tercera ronda de Roland Garros.

Sonriente, pero serena, y con el teléfono a punto de explotar, Ormaechea reconoció que no esperaba derrotar a una jugadora como Shvedova, por 6-4 y 7-6(6), en un partido marcado por las interrupciones por la lluvia y la asistencia médica a su rival.

"No lo esperaba, pero lo buscaba", resumió esta hincha de Boca Junior (evitó comentar la eliminación de su equipo en cuartos de final de la Copa Libertadores frente al Newell's Old Boys tras 26 penaltis) sobre su partido de segunda ronda.

En su siguiente encuentro se medirá con la vencedora del encuentro entre la china Na Li, campeona de Roland Garros en 2011, y la estadounidense Bethanie Mattek-Sands, donde la asiática es absoluta favorita.

"Tengo que salir a ganar porque, obviamente no es fácil, pero no imposible tampoco", dijo Ormaechea, quien tras derrotar en primera ronda a la alemana Tajana Maria confesó sin complejos que aspira a convertirse algún día en la mejor jugadora del mundo.

"Me gusta ser agresiva, jugar adelante, pero si me toca defender, lo puedo hacer y he estado intentando mejorar las dejadas y bolear", comentó la que con su 118º puesto en el ránking -que bajará al menos veinte escalones tras el Grand Slam de París- es la mejor jugadora latinoamericana del circuito.

Parte de su progresión se debe al mecenazgo de Daniel Paskvan, quien le ayuda financieramente desde hace tres años para que pueda centrarse solo en su tenis.

"Y ayudarme a mí es ayudarme en serio porque no tengo nada", subraya Ormaechea, que espera que con los premios económicos de las victorias -hoy se aseguró 35.000 euros, unos 45.600 dólares- pueda ir devolviendo sus deudas.

Esas dificultades económicas son una preocupación común entre las raquetas latinoamericanas, con un tenis femenino apesadumbrado, salvando excepciones como la de la propia Ormaechea o su amiga colombiana Marina Duque-Marino.

"Creo que hay jugadoras, pero falta mucha ayuda", sintetizó la argentina.

Por eso, la motivación hay que buscarla en uno mismo para aprender a sufrir, trabajar duro y lograr resultados, más allá de los premios económicos.

"Juego al tenis porque me gusta. En los momentos duros cuando las cosas no se dan, si no te gusta no hay plata que valga", dijo Ormaechea, aunque reconoció que "el dinero ayuda".

La tenista, ha llegado a Roland Garros sin entrenador, aunque arropada por amigos, y después de Wimbledon decidirá cómo plantear la preparación del resto de la temporada.

"Soy una persona que lucha mucho, le gusta mucho el deporte y sé que tengo que pelear mucho para llegar a donde quiero", insistió Ormaechea con una convicción apabullante.

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