'Pablito' Simonet, la difícil misión de hacer olvidar a su hermano Diego

Simonet es sinónimo de balonmano en Argentina. La dinastía más conocida de este deporte tiene en Pablo Simonet, 'Pablito' todavía para algunos, la gran esperanza para poder hacer olvidar la ausencia de la figura nacional en los Juegos Olímpicos, Diego Simonet, que está en Rio de Janeiro pero como un hincha más.

Su baja, por una lesión en los ligamentos de una rodilla sufrida en marzo durante un partido con el Montpellier en la Liga de Campeones, impidió la presencia olímpica en el mismo plantel de los tres hermanos Simonet, dejando la responsabilidad en manos del mayor, Sebastián (30 años), y del pequeño, Pablo (24).

El 'Chino' Simonet (26), el mediano, alentó desde la grada a los Gladiadores el domingo en el estreno del equipo, donde cayeron 25-19 ante Dinamarca, uno de los favoritos para la lucha por las medallas.

"Ojalá hubiera entrado, así nos ayudaba un poco", bromeó después del partido Pablo Simonet.

Unos días antes, 'Pablito', que en su cuenta de Twitter tiene como encabezado una gran imagen de los tres hermanos, envió un mensaje muy afectuoso a Diego.

"No me puedo olvidar de vos, hubiese dado todo porque estés ahí con nosotros. Te quiero, hermano", escribió.

El pequeño de los Simonet fue el autor del primer gol argentino en Rio-2016 y el máximo anotador del equipo y del partido, con siete tantos. No pudo evitar incluso soltar alguna lágrima en el momento del himno instantes antes del partido.

En los Juegos de Londres-2012, la familia Simonet ya había estado representada por partida doble en la primera participación olímpica de Argentina en esta disciplina.

Diego y Sebastián Simonet estuvieron en su primera cita olímpica, que terminó con sabor muy amargo por la eliminación en la primera fase, con un balance de una victoria y cuatro derrotas.

Sebastián Simonet, de 30 años y el mayor del trío, fue otro de los hombres destacados el domingo en el primer partido y tras el mismo aplaudió la gran aportación de su hermano pequeño.

"Ha hecho un partidazo. En un momento el cansancio se notó, pero cuando estábamos cansados fue él quien apareció y nos mantuvo en el partido. En Londres estuve con Diego. Compartir unos Juegos Olímpicos con cada uno de ellos es algo muy especial. Estar en el equipo nacional ya es especial, pero en unos Juegos Olímpicos te toca el corazón", aseguró en declaraciones a la AFP.

El estreno de los tres hermanos juntos como Gladiadores llegó unos meses después de los Juegos de Londres.

La primera gran cita en la que los tres estuvieron a la vez fue el Mundial de España-2013 y luego repitieron en el Mundial de Catar-2015. Los tres formaron parte además del plantel que fue subcampeón en los Juegos Panamericanos del pasado año en Toronto.

La lesión de Diego impidió un nuevo pleno del trío de hermanos en Rio-2016.

"Diego es muy importante para nosotros, nos hubiera venido muy bien. Él está muy bien, le hubiera faltado un mes para jugar aquí, pero es difícil arriesgar tanto cuando tienes una carrera tan prometedora por delante", admitió.

"Antes del partido nos dijo que fuéramos nosotros, que disfrutáramos. Quieras o no, para nosotros venir a unos Juegos Olímpicos es un premio", afirmó.

La relación entre la familia Simonet y el balonmano no viene del trío de hermanos. Los padres, Luis Simonet y Alicia Moldes, ya jugaron en su día con el equipo nacional, sentando las bases de una dinastía clave para el balonmano argentino.

El martes, los Simonet y Argentina vivirán un partido muy importante para el futuro del equipo en Rio, en la segunda jornada contra Croacia, un rival de un nivel más parejo al del equipo de Eduardo Gallardo.

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