Pasabán desea "abrir una nueva vía o escalar monte que aún no lo haya sido"

  • La montañera Edurne Pasabán ha reconocido hoy en Gijón que tras completar el proyecto de los 14 ochomiles le gustaría "abrir una nueva vía o escalar alguna de las montañas que aún no lo han sido; siempre hay cosas que hacer".

Gijón, 30 nov.- La montañera Edurne Pasabán ha reconocido hoy en Gijón que tras completar el proyecto de los 14 ochomiles le gustaría "abrir una nueva vía o escalar alguna de las montañas que aún no lo han sido; siempre hay cosas que hacer".

Pasabán ha participado hoy en la Semana Internacional de Montaña de Gijón, en la que ha desgranado sus vivencias y experiencias de los últimos 10 años de su vida, los que necesitó para completar el reto de convertirse en la primera mujer en escalar las 14 cimas más altas de ocho mil metros del planeta.

La donostiarra logró su primer ochomil, el Everest, el 23 de mayo de 2001 y el último, el Shisha Pangma, el 17 de mayo de 2010, y entre ambos, los doce existentes en el planeta: Makalu y Cho-Oyu, en 2002; Lhotse, Gasherbrum II y Gasherbrum I, en 2003; K-2, en 2004; Nanga Parbat, en 2005; Brad Peak, en 2007; Dhaulagiri y Manaslu, en 2008; Kanhenjunga, en 2009, y Anapurna, en 2010.

"El proyecto no fue algo pensado de antemano, no es un proyecto que se pueda planificar, lo cierto es que no pensamos en él hasta el 2007 cuando logramos el noveno", ha asegurado Pasabán, para quien es "muy difícil tratar de explicar lo que supone la montaña a alguien de afuera".

La montañera vasca ha comentado que tras completar este reto ha sentido una "especie de vértigo" y ha asegurado que su mejor momento fue cuando escaló la última montaña que le quedaba, y ha añadido que tras conseguir este éxito está en un momento de su vida en el que participa en muchas charlas y conferencias en las que trata de explicar a los demás todas sus experiencias.

En alguna de las escaladas, Edurne Pasabán tuvo como compañeros de expedición a montañeros asturianos como Jorge Egocheaga o Nacho Orviz, de los que ha dicho que son "grandes montañeros pero también grandes personas, algo muy importante en este tipo de aventuras, los dos son referencias en el montañismo español".

Pasabán se ha mostrado rotunda al afirmar que no tenía pensado probar otro tipo de escalada, como la deportiva, porque "es muy diferente" a la que ha practicado a lo largo de toda su vida y ha reconocido que llegó al himalayismo porque era "lo que hacía" la gente que le rodeaba.

Edurne no tiene "ídolos" en el mundo del montañismo aunque sí ha destacado a la polaca Wanda Rutkiewicz y también a "muchos montañeros desconocidos pero que son muy buenos".

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