Pau Gasol y los Lakers, frente a una temporada repleta de incógnitas

  • Hace un año, la sonrisa juguetona de Dwight Howard inundaba de flashes la puesta de largo de unos Lakers que soñaban con un nuevo anillo. Ahora, con Howard en Houston, Kobe Bryant renqueante de una grave lesión y lejos de esas expectativas, Pau Gasol y los angelinos afrontan una temporada repleta de incógnitas.

Antonio Martín Guirado

Los Ángeles, 29 sep.- Hace un año, la sonrisa juguetona de Dwight Howard inundaba de flashes la puesta de largo de unos Lakers que soñaban con un nuevo anillo. Ahora, con Howard en Houston, Kobe Bryant renqueante de una grave lesión y lejos de esas expectativas, Pau Gasol y los angelinos afrontan una temporada repleta de incógnitas.

Mucho han cambiado las cosas desde aquella presentación, seguida por más de 200 periodistas. Este sábado apenas se congregaron un centenar de ellos para comprobar el estado físico del trío de estrellas de los de púrpura y oro.

Bryant, llegado unas horas antes procedente de Dubai, se mostró confiado de estar a punto para la temporada regular tras la rotura del tendón de Aquiles que sufrió en abril, aunque con señas en su cuerpo de la inactividad física durante estos meses.

Gasol, operado de sus rodillas en mayo tras perderse 33 partidos por distintas molestias, y Steve Nash, que arrastró numerosas lesiones durante toda la campaña, entrarán poco a poco en la dinámica de grupo y se prevé que lleguen al debut frente a los Clippers el 29 de octubre, si bien no es segura su participación en los partidos de pretemporada.

"Me siento bien", dijo Gasol en medio de una nube de cámaras y micrófonos. "Vengo con la mente abierta, con ilusión, ganas de empezar y hacer lo que más me gusta: quiero disfrutar del basket y, a poder ser, con más salud. Estoy orgulloso de estar aquí", afirmó.

El pasado 28 de abril, certificada la barrida de San Antonio Spurs en primera ronda de las eliminatorias por el título, Gasol abandonaba el Staples Center con el rostro emocionado a la par que apesadumbrado, casi entre lágrimas, sabedor de que aquella podía ser la última vez que vistiera la camiseta del equipo californiano.

Previamente había recibido una gran ovación por parte del público, que valoró su esfuerzo a pesar de las molestias que arrastraba desde meses atrás.

El español afronta su séptima temporada en la franquicia y lo hará desempeñando un papel importante, similar al que llevó a los Lakers a tres finales y dos títulos entre 2008 y 2010, cuando las lesiones de Andrew Bynum provocaron que Gasol jugara de pívot y Lamar Odom como cuatro.

El técnico Mike D'Antoni, que decidió la temporada pasada que el catalán saliera ocasionalmente desde el banquillo y que incluso no disputase los instantes finales de algunos partidos, no ha dudado en asegurar, tras la partida de Howard, que Gasol "es el mejor pívot de la NBA".

Por todo ello, el de Sant Boi afirma estar "entusiasmado".

"Me entusiasman muchas cosas de esta temporada, pero sobre todo el poder jugar dentro y volver a ser la referencia interior", reconoció el catalán en el Media Day de los Lakers, la jornada de puertas abiertas para los medios de comunicación.

"Regresar a esa posición me hace sentir mejor y con más confianza. Ahí puedo jugar a mi nivel habitual", añadió el 16 de los Lakers, feliz de estar de regreso en las pistas tras perderse el Eurobasket de Eslovenia.

"Creo que jugando de pívot es como más ayudo y donde soy más productivo. Puedo variar la posición dependiendo de las defensas y los partidos, pero prefiero pasar la mayor parte del tiempo dentro", reconoció.

Asimismo reconoció que la plantilla, con caras nuevas como Nick Young, Chris Kaman, Wesley Johnson o Jordan Farmar, necesitará tiempo para conocerse, acoplarse y desarrollar una buena química, un elemento que puede ser decisivo en el éxito de esta nueva fórmula de contratos de un año ideada por el manager Mitch Kupchak, a la espera del mercado de agentes libres de la próxima campaña.

"Debemos creer en nosotros mismos y remar desde hoy mismo en una sola dirección", admitió el español. "Hay juventud, algo que necesitábamos, y velocidad en el perímetro. Ahora se trata de hacer funcionar las piezas", añadió.

El equipo echó a andar el sábado con un entrenamiento vespertino en el que todos se vieron las caras por primera vez. Son las piezas de un puzzle cuyo contenido está por descifrar. Un grupo en busca de su personalidad.

En la Liga nadie parece apostar por ellos, algo de lo que es consciente Gasol, pero ese planteamiento puede servir de motivación extra para los miembros de la plantilla, según indicó.

"Sé que muchos nos subestiman, pero está bien. Al final las acciones importan más que las palabras", aseveró el internacional español, que al igual que Bryant, afronta su último año de contrato con la franquicia californiana.

Ya sin la sombra de Howard, tiene en sus manos demostrar que puede ofrecer su máximo nivel, el que le llevó a formar parte del All Star en cuatro ocasiones, incluso ahora a sus 33 años.

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