Nunca dejará de sorprendernos la relación de los estadounidenses con las pistolas, pero los que abanderan la segunda enmienda de la Constitución como base de su libertad para usar armas de fuego ven como normales escenas como ésta.
El Scottsdale Gun Club, un macrocentro dedicado a las armas en Scottsdale, Arizona, ofrece estos días un curioso servicio. Por cinco dólares, sus socios (10 dólares si no lo eres) tú y tu familia o amigos podéis haceros una foto con Santa Claus y la metralleta, fusil o pistola favoritas de entre el arsenal que ofrece el club. Es la segundda edición de esta peculiar iniciativa, tras el éxito que supuso el año pasado.
En el Scottsdale Gun Club puedes alquilar o comprar un arma, apuntarte a alguna de sus ligas de tiro y utilizar sus instalaciones para hacer prácticas. Para toda la familia.
Sin embargo, esta iniciativa (sorprendente incluso para los estadounidenses, ya que la historia ha recibido la atención mediática nacional) ofrece como resultado una serie de fotos de lo más bizarro en la que parejas, grupos de amigos y familias (algunas de ellas con niños) posan felices con ametralladoras y el tipo del traje rojo y la barba blanca.
Espíritu navideño a la americana.
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