Porto Alegre y el Inter lloran la muerte de Fernandao

  • La ciudad de Porto Alegre y la afición del Internacional, uno de los dos equipos de la ciudad, lloró hoy la muerte de un ídolo, el brasileño Fernando Lucio da Costa 'Fernandao', que falleció hoy en un accidente de helicóptero a los 36 años de edad.

Juan José Lahuerta

Porto Alegre, 7 jun.- La ciudad de Porto Alegre y la afición del Internacional, uno de los dos equipos de la ciudad, lloró hoy la muerte de un ídolo, el brasileño Fernando Lucio da Costa 'Fernandao', que falleció hoy en un accidente de helicóptero a los 36 años de edad.

Muchas lágrimas se derramaron alrededor del estadio Beira Río, que acogerá algunos partidos de la primera fase y uno de los octavos de final del Mundial. Cientos de hinchas, al conocer la triste noticia, se acercaron en procesión para homenajear a su jugador en los aledaños del campo que fue testigo de las hazañas de su héroe.

El río Guaíba, que fluye como un lago oscuro y tranquilo muy cerca del estadio Beíra-Río, agregó a su caudal las lágrimas de los aficionados interistas. Padres, hijos, abuelos, nietos, mujeres y hombres lloraron desconsoladamente alrededor de un altar improvisado que formaron cerca de la que es su casa cada fin de semana.

Las hazañas de Fernandao no pasaron inadvertidas en una tarde muy triste para la hinchada del Inter, que brindó un último adiós emocionado al capitán que levantó la Copa Libertadores en 2006. Muchos lloraron alrededor de una marea roja de camisetas que colorearon una tarde nublada, húmeda y calurosa, plagada de recuerdos en las pancartas con mensajes y en las conversaciones de los aficionados.

Francisco Vilanova, trabajador de la estación de autobuses de la ciudad no quiso faltar al último adiós de Fernandao. Consternado, explicó todos los motivos por los que decidió acercarse al estadio para homenajear a su jugador.

"Es como si se muere Raúl o Zidane. Esa sería la equivalencia en España para un club como el Real Madrid. Es Fernandao, nuestro capitán que levantó la Copa. Se nos ha ido un mito al que echaremos de menos siempre. Estuvo en la inauguración del estadio hace poco y ya no está. Es uno de los peores días de mi vida".

Las palabras de Vilanova son las mismas de la mayoría. Muchos colgaron en la pared del Béira Río fotos de Fernandao. También hubo muchos mensajes. "Eterno capitán" o "Capitán don Fernando" compartieron con muchas flores de todos los colores una estampa emocionante en un rincón cercano al estadio.

"Nunca le olvidaré. Representaba todos los valores de este club. Fernandao es único, irrepetible. Pasará el tiempo y su nombre seguirá siendo importante en el Inter. Maldigo a ese helicóptero", lamentó otro aficionado.

El rojo de la sangre que se dejó en el accidente Fernandao dio paso a una ceremonia con el mismo color. Las camisetas coloradas dieron alegría a un día de luto en Porto Alegre.

El hueco del estadio que albergó todos los actos tenía un mensaje profético grabado antes del accidente y destinado a todos aquellos que visiten el Beíra Río para ver un partido del Mundial: "Centro de visitantes. Gigante para siempre". Eso es lo que es Fernandao para todos sus seguidores. Un gigante.

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