Primeras dudas en los jugadores, amenazas y reconocimiento que todos pierden

  • El nerviosismo llegó ya a los jugadores de la NBA que no recibieron los primeros cheques de su salario y también las discrepancias sobre la postura que mantiene el sindicato sobre el conflicto laboral que afecta desde el pasado 1 de julio.

Redacción EE.UU., 15 oct.- El nerviosismo llegó ya a los jugadores de la NBA que no recibieron los primeros cheques de su salario y también las discrepancias sobre la postura que mantiene el sindicato sobre el conflicto laboral que afecta desde el pasado 1 de julio.

La reunión que mantuvieron el viernes en Los Ángeles los líderes del sindicato de jugadores con unos 30 profesionales, entre los que se dieron ausencias importantes de algunas estrellas que comienzan a ver que la unidad de fuerza ante los dueños ya no es la misma del inicio del conflicto.

Aunque Billy Hunter, director del sindicato de jugadores, reiteró que los jugadores están más unidos que nunca para hacer frente a las amenazas o pulso de fuerza que puedan intentar los dueños para forzarles a aceptar un acuerdo negativo para ellos, también reconoció que la situación no favorece a nadie.

Pero quizás la gran novedad en el lenguaje de Hunter es que a la advertencia del comisionado de la NBA, David Stern, que si no hay acuerdo el martes, no habrá partidos en Navidad, el líder sindicato dijo que estaban preparados para ese tipo de estrategia.

"Hasta ahora Stern se ha dedicado a decir lo que pierden los jugadores si no hay acuerdo, pero lo que no ha dicho es que pierden los propios equipos", destacó Hunter. "Si no hay temporada, algunos equipos no se podrán recuperar en más de 13 años, otros necesitaran mucho más tiempo, inclusive algunos jamás, porque desaparecerán".

Hunter reiteró que hay una gran unidad dentro del sindicato y que están listos a llegar a un acuerdo porque ya han hecho importantes concesiones, pero tendrán que ser los dueños los que tengan la voluntad y el deseo de alcanzarlo.

Sin embargo, el jueves Stern explicó con todo tipo de detalles que el sindicato de jugadores el que no quiere aceptar dos principios fundamentales en la negociación como son que el acuerdo tiene que tener un reparto justo para las dos partes y que los 30 equipos de la NBA tienen que tener el mismo derecho de ser competitivos.

Ninguna de las dos premisas, de acuerdo a Stern, son aceptadas por los jugadores que quieren seguir manteniendo más porcentaje en el reparto de los ingresos (4.500 millones de dólares), no dejar que haya un impuesto de lujo más duro, además de rechazar los contratos no garantizados y de corta duración.

Después de haberse cancelado ya los partidos de las dos primeras semanas de competición de la nueva temporada que debería comenzar el próximo 1 de noviembre, los jugadores dejaran de percibir 164 millones de dólares en salarios.

Eso es precisamente lo que ya ha generado que algunos jugadores presentes en la reunión de Los Ángeles manifestasen que estaban listos para no seguir con la postura de enfrentamiento y preferían retirarse del grupo.

"Definitivamente habido algunos dentro de la reunión que están listos para retirarse", declaró el pívot de los Wizards de Washington, JaVale McGee. "Pero la mayoría están listos para estar firmes."

Las declaraciones de McGee, que luego a través de su cuenta social de "Twitter" negó haber hecho ante una decena de periodistas no sentaron nada bien a Derek Fisher, presidente del sindicato de jugadores.

"La persona que pasó la menor cantidad de tiempo en la sala no tiene capacidad de hacer esa declaración", respondió Fisher cuando le preguntaron sobre lo que había dicho McGee. "El grupo sigue unido y más convencido que nunca que podemos alcanzar un acuerdo válido para todos".

Fisher admitió que el sindicato no tiene ningún tipo de mecanismo que impida a los jugadores dar sus opiniones y mucho menos que se les vaya a multar por hacerlo.

Pero, mientras Stern comienza a ofrecer datos concretos sobre los asuntos en los que las partes están en desacuerdo y cuales son las diferencias que tienen, los jugadores se limitan a seguir diciendo que ya han hecho concesiones importantes y que son los dueños los que no quieren llegar a un acuerdo.

La respuesta de Hunter a los argumentos de Stern es que los jugadores ya han hecho concesiones, pero no están dispuestos a llegar a las que los dueños de los equipos de la NBA quieren que hagan.

"Todo lo que piden es muy desproporcionado, no tiene sentido", subrayó Hunter en la última entrevista que concedió a la cadena de televisión ESPN. "En particular, cuando los jugadores son la materia prima del producto de la NBA".

Ante esta realidad, la próxima oportunidad que tendrán ambas partes de superar el estancamiento en el que se encuentran las negociaciones sobre el nuevo convenio colectivo será el martes, un día después que por separado tanto el sindicato como los dueños de la NBA se hayan reunido en Nueva York con el mediador Federal George Cohen.

Al concluir las reuniones con Cohen si no se ha logrado un cambio de posturas, los dueños de los equipos tendrán dos días seguidos de trabajo entre ellos mismos para con toda seguridad mantener el cierre patronal y darle autoridad a Stern para que anuncie la cancelación de más partidos.

Hunter ha respondido a Stern que ese tipo de "amenazas" encubiertas no van a generar temor dentro del colectivo de los jugadores sino todo lo contrario, les van a responder de la misma manera.

El director ejecutivo del sindicato recordó que si habían estado más de dos años negociando el nuevo convenio colectivo y habían sido incapaces los dueños de querer alcanzar un acuerdo no tiene sentido y sería ridículo que en un sólo día se fuese a solucionar todo.

"Es cierto que si los dueños quieren el acuerdo lo conseguimos en horas, pero me temo que esa no será su predisposición para la próxima semana", agregó Hunter.

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