¿Qué es el wingfly? Álvaro Bultó murió en un deporte donde el hombre imita a los halcones

    • Se trata de una modalidad de paracaidismo extremo en el que el saltador despliega un traje de nailon que le permite planear por el aire.
    • El deportista alcanza velocidades cercanas a 200 kilómetros por hora mientras después de saltar desde un avión o desde la cima de una ladera.
Dos practicantes de wingfly saltan al vacío desde el High Nose, en el valle de Lauterbrunnern
Dos practicantes de wingfly saltan al vacío desde el High Nose, en el valle de Lauterbrunnern

Entre las nuevas modalidades del paracaidismo destaca el "wingfly", en el que el saltador despliega un traje aéreo tras lanzarse de un avión y planea hasta aterrizar con unas alas que surgen de la equipación, un deporte extremo que hoy se ha cobrado la vida del aventurero barcelonés Álvaro Bultó.

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Estos trajes, fabricados con nailon y manufacturados individualmente, se componen de tres alas, dos en los brazos y una en las piernas simulando la cola de un pájaro, que además incluye unas pequeñas canalizaciones membranosas, de forma que permite la circulación del aire y aumenta la resistencia del saltador a la caída, según explica Fogonazos.es.

Este deporte de riesgo consiste en un salto al vacío desde un avión, normalmente un Pilatus Porter, tras el cual el saltador hincha las alas de su traje y ejecuta arriesgadas piruetas en el aire, mientras cae a una velocidad aproximada de 200 kilómetros por hora, y aterriza desabrochando una cremallera lateral que libera las piernas para caer con una mayor seguridad.Medidas de seguridad

Los trajes aéreos cuentan con numerosos accesorios para evitar accidentes o disminuir posibles daños en una caída, desde los cascos y gafas reglamentarios en todas las modalidades de salto BASE a complementos más específicos como una reserva manual que despliega un paracaídas accesorio.

Los orígenes del deporte se fechan en la década de los treinta y durante años se hicieron pruebas con trajes prototipo de diversos materiales como madera, seda o metal aunque las sucesivas pruebas fueron fallidas.

Aunque en los años noventa los nuevos materiales permitieron hacer diseños más seguros, no fue hasta finales de siglo cuando esta práctica se popularizó entre los aficionados al paracaidismo gracias a una nueva equipación llamada "BirdMan", fabricada por la compañía del mismo nombre.

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A partir de entonces, nuevas empresas se dedicaron a diseñar este tipo de equipaciones, siendo una de las más conocidas "Wingfly", que fabrica trajes aéreos en distintos tamaños, dependiendo de la experiencia del saltador, y sus precios fluctúan de los 260 a los 2.100 euros.

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