Real Madrid y Brujas empataron este martes (2-2) en la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones en un encuentro en el que el equipo belga estuvo a punto de lograr la victoria y culminar la sorpresa, con un doblete del nigeriano Emmanuel Dennis, en el minuto 9 y en el 39, pero el español Sergio Ramos, en el 55, y el brasileño Casemiro, en el 84, firmaron las tablas con sendos remates de cabeza.
El conjunto que dirige el francés Zinedine Zidane sumó así su primer punto en la presente edición tras la derrota 3-0 contra el París Saint-Germain. El partido comenzó de cara para los belgas gracias a los dos goles de Dennis, el primero tras un mal control y el segundo después de estar a punto de caerse en una carrera.
El Madrid reaccionó en la segunda mitad y encerró en su área al Brujas, aunque no logró inquietar en exceso al belga Simon Mignolet más allá de los tantos de Ramos y de Casemiro. Los de Zidane se volcaron en los últimos minutos, con el capitán actuando de delantero centro, pero no lograron culminar la remontada ante un conjunto belga que se defendió con todos sus jugadores, conscientes de que el empate también les valía.
Las carencias defensivas
El Real Madrid llevaba, hasta su compromiso de Liga de Campeones de este martes, tres partidos sin encajar goles, la asignatura pendiente de los de Zidane, y con un solo disparo a puerta en contra en los encuentros frente a Sevilla (0-1), Osasuna (2-0) y Atlético de Madrid (0-0), pero las carencias defensivas del equipo blanco se repitieron este martes contra el conjunto belga. Tras la derrota en París en la primera jornada de la máxima competición europea de clubes, el técnico galo volvió a hacer hincapié en la “intensidad” para corregir esos errores.
Una circunstancia que también señalaba al belga Thibaut Courtois. Tras convertirse en el guardameta titular de forma indiscutible por la salida del costarricense Keylor Navas rumbo al París Saint-Germain, sus actuaciones eran el foco de las críticas, ya que provocaba inseguridad, encajando goles por su palo como contra el conjunto francés y sin dejar atisbo de su gran nivel en sus épocas en el Atlético de Madrid y el Chelsea. Los números le hacían daño. Dieciséis partidos seguidos encajando, al menos, un tanto.
Los problemas en defensa se esfumarse en los siguientes tres compromisos, pero solo fue un espejismo en medio de un desierto. Con solo un tiro recibido en dichos partidos -un cabezazo del montenegrino Stefan Savic en el minuto 90 del derbi contra el Atlético de Madrid, la confianza aumentó en el equipo blanco, que parecía encontrar el rumbo, pero lo perdió este martes fruto de la velocidad y el desparpajo de los atacantes del Brujas.
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