Real Madrid 1-0 Atlético: esta vez le falló el plan a Simeone y él puso algo de su parte

    • El mejor entrenador de la historia del equipo rojiblanco no contaba con la expulsión de Arda y en el tramo final del partido decidió apostar definitivamente por ir a los penaltis.
    • No le salió bien y Chicharito marcó en el 88 con el Atlético metido en su área. Era cuestión de tiempo.
A Simeone le hicieron "reír mucho" las declaraciones de Ramos y Cristiano
A Simeone le hicieron "reír mucho" las declaraciones de Ramos y Cristiano
V.G.

El Atlético de Madrid estaba a dos minutos de forzar la prórroga en el Bernabéu, pero apareció Chicharito y echó abajo el plan de Simeone. El técnico argentino, que salió contento por el resultado de la ida, volvió a jugar al empate a cero en el campo rival y le salió mal. El equipo rojiblanco debió haber mostrado alguna de sus armas en la eliminatoria y en ningún momento lo hizo.

El entrenador que ha sido capaz de sacarle el máximo rendimiento a esta plantilla, sorprendió retirando a Griezmann, el jugador más rápido y el único que podía ganar una contra, para dar entrada a Raúl García a falta de media hora. El navarro, todo pundonor, no aporta a estas alturas lo mismo que el francés.

El 'Cholo' no contaba con la expulsión de Arda a falta de 15 minutos para el final y entonces decidió colocar dos líneas de cinco. Era cuestión de tiempo que cayera el gol blanco, porque entre el partido y la prórroga quedaban 45 minutos de juego. Por momentos, la sensación de juego era la de la prórroga de Lisboa.

A falta de cuatro minutos, cuando el Atlético aún mantenía el empate, Simeone pecó aún más de reservón. El tercer cambio fue quitar a Tiago, que estaba fundido, y en vez de sacar algo de velocidad arriba, decidió meter a Giménez de tercer central. No valoró la opción de meter de nuevo a Koke al medio junto a Gabi y apostar por la velocidad de Raúl Jiménez o Fernando Torres para evitar que todo el Real Madrid estuviera volcado sobre el campo del Atleti y tuviera algo de trabajo defensivo.

James, Isco y Cristiano cada vez jugaban con más espacios, porque el Atlético comenzaba a acusar el cansancio. Oblak mantuvo al equipo en el partido de vuelta como ya lo hizo en el de ida, pero el gol era insalvable. Chicharito marcó en el 88 con el Atlético metido en su área. Era cuestión de tiempo.

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