Real Madrid 1-0 PSG: los blancos comienzan el 2014 poniéndose 'gallitos'

El Real Madrid empieza el 2014 ofreciendo buenas señales. Ganar al Paris Saint Germain en Doha, en la tierra de los jeques de Qatar, no es despreciable pese al carácter amistoso de la cita. Nasser Al-Khelaifi, dueño y presidente del PSG, tenía la ilusión de presumir de su multimillonario equipo con una victoria. Quizás por ello, Laurent Blanc, el entrenador francés, puso a todas sus estrellas desde un principio (Thiago Silva, Alex, Verrati, Motta, Lavezzi, Cavani, Ibrahimovic..). No hizo lo mismo Ancelotti, que mezcló un once de titulares, suplentes y canteranos (Diego López, Arbeloa, Ramos, Nacho, Casado, Illarra, Xabi, Jesé, José Rodríguez, Cristiano y Morata).

El PSG se jugaba más en esta cita que el equipo madridista, que cumplió con el trámite adquirido por el fichaje de Ancelotti. El 0-1 sella un nuevo triunfo ante el todopoderoso conjunto galo, al que el Real Madrid vuelve a ganar después de que el 27 de julio también se impusiera en la cita de pretemporada jugada en Goteborg (1-0 con gol de Benzema). En Doha se pudo comprobar que los chicos y los más jóvenes del primer equipo ven posible que se puede llegar al primer equipo, que las puertas están abiertas y que sólo hay que demostrar ambición y hambre. Jesé marcó el único gol. Empieza el año como lo terminó con ese tanto salvador en Valencia. Lo hizo con esa capacidad de desborde, descaro y precisión que le convierte en un futbolista más maduro.

El partido tuvo varias fases. Fue de más a menos. En la primera parte el PSG creó más ocasiones de gol y tuvo momentos en los que arrolló a los blancos. Cavani desperdició dos ocasiones de gol, Ibrahimovic jugó más por fuera del área y descolocó a los Ramos y Nacho. Fueron decisivas un par de intervenciones de Diego López para que su equipo no se derrumbara. El Real Madrid ofreció resistencia y entendió que el partido era para sufrir hasta que sorprendió en una de esas jugadas que tanto insiste Ancelotti. Una combinación al primer toque de Illarra y Morata sirvió para que Jesé se colocara entre Alex y Digne y, por velocidad, marcara ante la salida de Sirigu. El pase en profundidad de Morata fue preciso.

El PSG siguió con su guión. Empujar en el centro del campo con Matuidi, Motta y Verrati para conectar con los tres de arriba: Cavani, Lavezzi e Ibra. Pusieron en aprietos a la defensa y a Diego López por arriba y por abajo, pero estuvieron poco acertados sus delanteros. Les faltó puntería. El Madrid pudo sorprender en otra transición rápida con un disparo de José Rodríguez que pegó en el poste. La jugada la inició Cristiano Ronaldo. El portugués no entró en la pelea en toda la primera parte. Jugó bajo de revoluciones y sin exponerse a correr riesgos.

Ancelotti cambió el equipo entero en el descanso y Blanc dejó a sus estrellas, lo que confirmó que el PSG se jugaba más. Entraron Jesús Fernández en la portería y chicos del filial como Llorente y Jaime. El Real Madrid mantuvo esa resistencia y sacrificio colectivo que se le atragantó al PSG. Ibrahimovic jugó 72 minutos y se fue de vacío. Generó peligro en acciones por fuera del área y con pases hacia dentro. Pero transmite sensaciones de ir por su cuenta y vivir al margen del resto. La segunda parte fue desinflándose el fútbol y la emoción. Benzema empezó bien con un disparo al larguero, Marcelo inquietó con sus subidas y Pepe se puso gallito ante los franceses. La actitud del Real Madrid fue mejor que la de un PSG que sigue confirmando que es una selección de estrellas, pero al que le falta una idea más colectiva.