Real Madrid 3-1 Espanyol: Ya sólo cuenta Lisboa

    • Los blancos despiden el curso liguero con una victoria rutinaria con goles de Bale y Morata en dos ocasiones.
    • Esperan volver al Bernabéu en ocho días para compartir con la afición la Copa del Europa.
Ulises Sánchez-Flor

Antes de la final de Liga en el Camp Nou le tocó al Real Madrid despedirse de su afición. Puede ser un hasta luego. El equipo de Ancelotti volverá al Bernabéu dentro de una semana si consigue la Décima en Lisboa. En esta ocvasión con el deseado trofeo y en un ambiente más festivo que el que se vivió contra el Espanyol. La decepción de la parroquia blanca por ver que su equipo no ha llegado a la última jornada con opciones de ganar el título es evidente y existe la rabia contenida de ver cómo se ha desperdiciado una ocasión para conseguir un título en el que el Barcelona y el Atleti han fallado menos. También duele pensar que se ha perdido una oportunidad para lograr la hazaña del triplete. Lo que suceda en Lisboa el 24 de mayo tapará el fiasco de la Liga o provocará que arrecien las críticas hacia un equipo que, al margen de la epidemia de lesiones sufrida en los últimos partidos, se relajó tras eliminar al Bayern de Múnich.

El Real Madrid despachó al Espanyol con toda la seriedad que exigía una tarde con ambiente vacacional. Empezó con el susto que dio Cristiano Ronaldo en el calentamiento cuando avisó que no podía jugar porque sentía molestias en el bíceps femoral izquierdo. Pidió no forzar y se le volvió a consentir porque no había nada en juego. Lo que tiene que hacer el portugués es poner toda la carne en el asador en Lisboa y ahí va a estar. Si tiene que arriesgar, lo hará porque no se pierde esta cita por nada del mundo, aunque en el horizonte más cercano esté el Mundial de Brasil.

Ancelotti confeccionó un once en el que dio pistas sobre quién pueden jugar la final contra el Atleti. Casillas siguió con su rodaje para que no caiga en la rutina. Y en la defensa puso a Carvajal con Sergio Ramos y Varane. El francés tiene hoy más opciones de jugar que el lesionado Pepe. Es una buena noticia que el joven Varane esté en condiciones. En la izquierda estuvo Marcelo, que fue el jugador que más peligro llevó en la primera parte con sus subidas y algunos disparos. Pero parece que en Lisboa estará Conetrao. En el mediocampo no estuvo Xabi Alonso y sí Asier Illarramendi, el que ocupará la posición del sancionado Xabi en la final. Illarra ya sabe que tiene que dar ese equilibrio atrás y la salida del balón a los de arriba. Jugó con Khedira, que está algo justo, y a su lado Isco, que suplió a Cristiano. Arriba el tridente formado por Di María, Bale y Benzema.

En la primera parte fue el portero del Espanyol, Kiko Casilla, el que evitó que su equipo se fuera perdiendo con tres intervenciones. Una a Marcelo, otra a Benzema y la última a Sergio Ramos. El Real Madrid no fue una apisonadora, pero a cuenta gotas fue creando ocasiones de gol y merecía el gol. El Espanyol solo creó una ocasión en toda la primera parte. El equipo blanco se encontró enfrente a un Espanyol que se cerró atrás, que no dejó espacios y jugó fuerte. Un simulacro de lo que puede ser la final de Lisboa. Los rojiblancos no darán metros a las balas del Real Madrid. A los blancos le cuesta más abrir las defensas en ataques estáticos, pero con disparos lejanos de Bale, la movilidad de Di María y el juego entre líneas de Benzema acaba acorralando a su rival.

En la segunda parte, el Espanyol se abrió, se fue arriba y de ello se benefició el Real Madrid. En el minuto 63 interceptó un balón Benzema y se lo echó en carrera a Bale. El galés, escorado a la derecha, remató con su pierna mala (la diestra) y ajustó el balón al poste. Kiko Casilla, excelente todo el partido, no pudo llegar. Bale marcó su decimoquinto gol en la Liga BBVA. Un cifra importante para un futbolista que tiene alma de delantero y que, seguramente, la próxima temporada será mejor. En este segundo periodo también se pudo comprobar que Varane está listo y se midió en velocidad con los delanteros espanyolistas.

A falta de cinco minutos sentenció Morata en otra jugada de contraataque que inició Sergio Ramos para Di María y éste para el joven delantero, que salió por Benzema, y que no celebró el gol porque un sector de la afición le pitó.

Casillas sacó un balón de gol en una buena salida. No pudo evitar el 2-1, en el último, minuto en un ataque rápido que culminó Pizzi. Ya en el descuento y con el partido roto llegó el tercero, también de Morata, en otro contraataque de Di María. El Real Madrid acaba con 104 goles. El Real Madrid carga pilas de moral para la final de Lisboa.

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