Real Madrid: de hombres a niños en la Euroliga

Quince años después de su última participación en una Final Four de la Euroliga, el Real Madrid, en su regreso a la elite continental, ha vivido una dura experiencia que debe servirle para reverdecer éxitos en futuras experiencias.

Si es cierto el dicho de que la letra con sangre entra, el Real Madrid ha debido captar perfectamente el espíritu de la Final a cuatro porque ha recibido sendos varapalos, en semifinales y en la lucha por el tercer puesto, que si no sabe encajar podrían pesarle en lo que resta de temporada.

La calidad técnica y táctica se les supone a los cuatro equipos que se clasifican para la fase final de la máxima competición europea, algo que han demostrado a lo largo de siete meses. Pero una vez aquí la batalla se centra en el cuerpo a cuerpo.

En la Final a cuatro el físico y la cabeza, la concentración, pasan a tener una importancia primordial. Y el Real Madrid ha suspendido en musculatura e inteligencia.

La juventud e inexperiencia de los jugadores del Real Madrid no es una justificación y es, además, una verdad a medias. Porque hablar de inexperiencia en jugadores que como Pablo Prigioni tiene 33 años y jugaba su quinta final, como Felipe Reyes (30 años y campeón del Mundo y de Europa), Sergio Rodríguez (25 años y campeón del Mundo), Novica Velickovic (25 años y subcampeón del mundo), Sergi Vidal (30 años y cinco finales), D'Or Fischer (30 años) y Clay Tucker (31 años) no deja de ser curioso.

Al Real Madrid y a sus jugadores les ha faltado saber jugar en la trinchera, saber adaptarse al arbitraje europeo (más permisivo en el contacto que el de la ACB) y saber oponer las mismas armas que sus rivales: fuerza, defensa y valentía ofensiva.

Lele Molin, entrenador del Real Madrid, lo dijo tras la semifinal perdida ante el Maccabi: "Cuando vi los últimos minutos del Panathinaikos-Montepaschi Siena vi un juego de hombres. En mi equipo he visto un juego de niños".

Si el Real Madrid no deshace completamente su enésimo proyecto, si lo refuerza convenientemente, sobre todo con un escolta y un alero tiradores, y a ser posible anotadores, y el resto del equipo aprende de la experiencia, está claro que tiene un amplio margen de mejora porque tiene calidad y juventud en Tomic, Mirotic, Suárez y Llull.

En caso contrario, volverá a dar otro bandazo sin sentido para la próxima temporada y, lo que es peor, puede haber terminado la presente cuando todavía queda la parte más importante de la Liga, los 'playoffs'.