Regreso a la cumbre mítica

  • La Vuelta Ciclista a España regresa mañana, treinta y ocho años después, a la clásica subida a Arrate, una montaña llena de historias y que tiene algo de mitológico, ya que la han subido todos los grandes campeones durante más de cinco décadas.

José Anselmo Moreno

Viana (Navarra), 19 ago.- La Vuelta Ciclista a España regresa mañana, treinta y ocho años después, a la clásica subida a Arrate, una montaña llena de historias y que tiene algo de mitológico, ya que la han subido todos los grandes campeones durante más de cinco décadas.

El ascenso al Santuario de Arrate, en la localidad guipuzcoana de Éibar era algo así como el Tourmalet nacional. No es un puerto extremadamente duro, ni extenso, pero sí un clásico en el ciclismo profesional.

Y es que cuando la Vuelta Ciclista a España terminaba todos los años en Bilbao o en San Sebastián, organizada por el diario El Correo Español-El pueblo Vasco, las montañas de Euskadi eran habituales en su itinerario.

De todas esas cumbres la más mítica es la Subida a Arrate. Disputada por primera vez en el año 1941, ya no se corrió como prueba independiente desde 1987 al producirse su fusión con la Bicicleta Eibarresa.

Los grandes campeones lo ponían todo en esta subida que en los primeros años se competía en frío, es decir; sin trazado previo al ascenso. Entre sus ganadores están Federico Martín Bahamontes (cinco veces), Julio Jiménez, Luis Ocaña, Stephen Roche, Marino Lejarreta y Federico Etxabe, entre otros.

Final en alto habitual en la Vuelta al País Vasco, Arrate no se subía en la Vuelta Ciclista a España desde el año 1974, cuando se hizo con la victoria Agustín Tamames. Fue entonces un interesante final, ya que José Manuel Fuente, Luis Ocaña y Miguel María Lasa se estaban jugando la general.

Arrate es un sitio de leyenda para la afición vasca, cuyo público volverá a abarrotar mañana las cunetas de la subida, como siempre. Al ciclista del pelotón nacional que mejor se le da esta cumbre es Samuel Sánchez, quien ha ganado en los tres últimos años, pero esta vez no estará presente para hacer valer su favoritismo.

Mañana se prevé una jornada dura a través del terreno "rompepiernas" del País Vasco. Culminar la etapa en esta corta e irregular subida de siete kilómetros al 6,9 por ciento de pendiente media, con tramos que alcanzan el trece por ciento, es muy complicado para un tercer día de carrera.

Así pues, la Vuelta a España con más finales en alto que se recuerda vivirá este lunes su particular regreso al pasado con la llegada a la mítica cumbre de Arrate. Es sólo el principio, porque la organización ha colocado nada menos que otras nueve llegadas en alto: Valdezcaray, Fuerte del Rapitán (Jaca), Collado de la Gallina, Mirador de Ézaro, Ancares, Lagos de Covadonga, Cuitu Negru, Fuente Dé y Bola del Mundo.

Si alguien ha venido sin la preparación adecuada a esta Vuelta 2012 lo va a pagar, y mucho, en Arrate ya que una subida tan prematura puede dejar "víctimas" en una carrera de tres semanas. Y lo que queda.

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