Ricardo Quaresma, el futbolista errante regresa a Portugal

  • Cinco años y medio después, tras pasar por cuatro equipos de otros tantos países diferentes, el extremo Ricardo Quaresma regresa a Portugal, y más concretamente al Oporto, donde ha sido recibido como la estrella que un día fue.

Lisboa, 2 ene.- Cinco años y medio después, tras pasar por cuatro equipos de otros tantos países diferentes, el extremo Ricardo Quaresma regresa a Portugal, y más concretamente al Oporto, donde ha sido recibido como la estrella que un día fue.

A sus 30 años, el futbolista pretende recuperar protagonismo y reencontrarse con su mejor versión, ésa que le hizo despuntar en los "dragones" durante cuatro temporadas y salir traspasado dirección al Inter de Milán por 18 millones de euros el verano de 2008.

Con el Mundial de Brasil a la vuelta de la esquina, el jugador intentará apurar sus reducidas opciones de ser incluido en la lista de convocados de Paulo Bento, de la que salió en 2012 después de participar en la Eurocopa, donde no disputó ni un solo minuto.

El propio Quaresma reconoció en una entrevista concedida a la televisión del Oporto que su principal objetivo ahora es volver a sentirse feliz dentro del campo, algo que tampoco logró durante su última aventura, en Dubai.

Entre enero y mayo de 2013 jugó para el Al Ahli y disputó once encuentros en los Emiratos Árabes Unidos. Desde entonces se encontraba sin equipo, a la espera de una oportunidad que le sedujera.

El futbolista llegó al país -carente de tradición futbolística- procedente del Besiktas turco, en el que rayó a un buen nivel durante las dos temporadas y media que pasó en el equipo (2010-2012), aunque su salida por problemas disciplinarios ensombreció su rendimiento.

El extremo luso, cuyo traspaso al Besiktas rondó los siete millones de euros, fue suspendido y apartado seis meses por enfrentarse al que entonces era su entrenador, el también portugués Carlos Carvalhal, al que criticó por sustituirle en el descanso.

Anteriormente Quaresma jugó en el Calcio en las filas del Inter de Milán. Al conjunto italiano arribó al mismo tiempo que su compatriota José Mourinho, aunque no llegó a ganarse su confianza.

En la primera vuelta apenas disputó seis duelos como titular con la escuadra "neroazzurra" y acabó cedido en el mercado de invierno en el Chelsea inglés dirigido por el brasileño Luiz Filipe Scolari.

Con los "blues" sólo entró en juego en cinco partidos, por lo que regresó de nuevo a un Inter que acabó coronándose campeón de Europa de la mano de Mourinho, quien nuevamente no contó con él: Trece partidos, sólo tres como titular, fueron su pobre bagaje.

La carrera del extremo portugués fue dirigida desde muy pronto por el agente de futbolistas Jorge Mendes, representante de dos de sus técnicos durante este periplo (Mourinho y Scolari) y que mantiene excelentes relaciones con el Besiktas.

Sin embargo, medios lusos informaron de que el jugador dejó de pertenecer a Gestifute tras su paso por Dubai y, de hecho, su nombre ya no figura en la web corporativa de la compañía.

Quaresma agradeció la confianza depositada en él por el presidente del Oporto, Nuno Pinto da Costa, y ya se ha convertido en la principal esperanza de los "dragones" para mejorar su nivel de juego y repetir como campeón liguero.

La velocidad, la potencia y el desborde son las principales características de su juego, aquél por el que fue considerado en sus inicios como el heredero de Luís Figo, con el que coincidió en el Inter.

Quaresma también pasó por el fútbol español, concretamente por el Barcelona, en la campaña 2003-2004. Los culés desembolsaron por él seis millones de euros al Sporting de Lisboa cuando sólo tenía 19 años, y aunque participó en cerca de una treintena de partidos -la mitad como suplente- no llegó a cuajar.

El extremo fue incluido en la operación que llevó a Deco del Oporto al Barcelona y recaló en la disciplina de los "dragones", donde ahora regresa para retomar el vuelo y volver a mostrar su calidad.

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