Ricardo se retira a los 41 años con el sueño cumplido de hacerlo bajo palos

  • "Qué mejor colofón que jugar en el Bernabéu y decir sayonara baby", comentó Ricardo López Felipe el pasado jueves al anunciar su retirada, sueño que cumplió ayer ante el Real Madrid con 41 años y 5 meses.

Fermín Zariquiegui

Pamplona, 2 jun.- "Qué mejor colofón que jugar en el Bernabéu y decir sayonara baby", comentó Ricardo López Felipe el pasado jueves al anunciar su retirada, sueño que cumplió ayer ante el Real Madrid con 41 años y 5 meses.

El técnico osasunista, José Luis Mendilibar, brindó a Ricardo la posibilidad de despedirse jugando al darle los últimos quince minutos del partido en el Bernabéu, aquel campo en el que Ricardo, nacido en Madrid, se colaba "por la puerta 77 cuando tenía 10 años".

Ricardo se convierte así en el segundo jugador más veterano en jugar en Primera División, tras Harry Lowe en la Real Sociedad de la temporada 1934/35, mientras que en la historia reciente el madrileño superó al exjugador italiano del Valencia Amedeo Carboni.

El portero madrileño, que llegó a Osasuna en 2005, ha sido uno de los jugadores más importantes y carismáticos de la historia reciente del club.

Fue titular en Osasuna hasta hace dos temporadas. Parecía que iba a repetir rol para la pasada campaña, pero Mendilibar apostó por un cambio generacional y se decantó por Asier Riesgo.

El guipuzcoano tuvo el infortunio de lesionarse al filo del descanso en la primera jornada y Andrés Fernández, que venía de una cesión al Huesca de Segunda, se adueñó del puesto para jugar todos los partidos de las dos últimas temporadas hasta ayer.

Ricardo, tras terminar contrato en junio del año pasado, estaba semiretirado, aunque su intención era seguir en activo y se mantenía en forma entrenándose como jugador de campo con el Mutilvera de la Tercera División navarra.

Una nueva lesión de Riesgo el pasado mes de diciembre le abrió a Ricardo las puertas de Osasuna, que lo repescó para los últimos seis meses de competición como suplente de Andrés.

El guardameta murciano, que puede salir traspasado este verano, podía haber sido el único jugador de la Liga en jugar todos los minutos, pero Mendilibar le dejó en Pamplona y premió a Asier Riesgo y Ricardo con minutos en el último partido, al que Osasuna llegó sin jugarse nada.

Ricardo no tuvo opción de jugar hasta que ayer pudo poner punto final a su carrera en un escenario como el Bernabéu.

"No es que yo deje el fútbol, el fútbol me deja a mí", admite Ricardo, quien desea seguir vinculado a la profesión como entrenador.

Ricardo, mundialista en Japón-Corea 2002, cuelga los guantes tras una extensa hoja de servicios después de su paso por el Atlético, Valladolid, Racing, Manchester United y Osasuna, donde ha dejado huella en sus ocho temporadas, tanto entre el vestuario como en la afición.

"Mi agradecimiento al Club Atlético Osasuna y a los aficionados por darme tanto. A todos los que hacen posible este sueño", expresó Ricardo tras jugar su último partido como profesional, del que se llevó el balón como recuerdo.

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