Rodolfo Gómez, el mexicano que cambió la cara al maratón peruano

El mexicano Rodolfo Gómez, que llegó a ser sexto en los Juegos de Moscú-1980 y segundo del maratón de Nueva York, es el hombre que le ha cambiado la cara a Perú en la mítica distancia de 42 kilómetros en los últimos tres años.

Estará con su gorra de Perú en la meta de la prueba masculina de maratón en el Sambódromo de Rio de Janeiro, que cerrará el atletismo de los Juegos de 2016.

"Hace tres años quise emprender el reto de trabajar con gente que yo sabía que tenían talento, pero que de alguna manera el nivel era muy bajo. Hace años yo hice en México un grupo de maratonistas de nivel mundial y quise hacerlo ahora en Perú", explicó Gómez a la AFP en Rio de Janeiro.

Nunca había estado en Perú, pero hace tres años, a través de un amigo, le llegó la idea del proyecto "Maratonistas Peruanos", para tomar las riendas como entrenador principal de los atletas del país en esa prueba.

"Nunca había estado en Perú, únicamente sabía que probablemente había lugares algo inhóspitos. No sabía ni a qué me iba yo a enfrentar. Fui allí movido por esas ganas de poder hacer algo. Yo siempre he dicho que toda la vida he tenido vocación de servicio a los que más necesitan", apuntó.

El domingo de la pasada semana, en el maratón femenina, fue una peruana la primera de Latinoamérica, Gladys Tejeda, en un meritorio decimoquinto puesto.

El maratón masculino, que cierra el atletismo de Rio-2016 el domingo, contará con tres peruanos (Raúl Machacuay, Cristhian Pacheco, Raúl Pacheco).

Para Rodolfo Gómez, los Juegos Olímpicos son casi una costumbre. Estuvo en tres como atleta y llegó a ser sexto en Moscú-1980.

En su carrera ganó varios maratones internacionales (Atenas, Rotterdam, Pittsburgh o Ciudad de México, entre otros) y puede presumir de haber sido segundo en el prestigioso maratón de Nueva York.

"Como entrenador creo que he estado como en todos los Juegos Olímpicos", bromea. También prepara a un peruano que participará en el maratón de los Juegos Paralímpicos de Rio, "con opciones de medalla", subraya.

En su hoja de servicios como técnico están éxitos meritorios ante el imperio africano del fondo.

En Barcelona-1992, México fue el único país que metió sus tres atletas en la final de 10.000 metros y en Atlanta-1996 el país azteca, con Gómez a los mandos, situó dos maratonianos (6º y 10º) entre los diez primeros.

Rodolfo Gómez lleva tres años en Perú, pero programa de vez en cuando campamentos con sus maratonistas peruanos en México, donde ya tiene recorridos que conoce a la perfección y donde puede entrenar en poca distancia a diferentes alturas, pasando de Ciudad de México en una hora a Cuernavaca (1.600 metros de altura) o incluso practicando en el Nevado de Toluca, a más de 4.000 metros.

Para el futuro espera que su programa siga mejorando y los resultados continúen reforzando sus argumentos.

Inés Melchor fue octava en 2014 con récord sudamericano en el maratón de Berlín, una de las grandes citas anuales. Y tiene esperanzas en que los jóvenes brinden un futuro brillante a Perú ante kenianos, etíopes y ugandeses.

¿Una medalla peruana en los maratones de Tokio-2020? ¿Por qué no?, se pregunta.

"Yo nunca pienso en imposibles. Debí haber homologado una frase, pero Adidas se me adelantó. +Impossible Is Nothing+. Yo lo decía ya con 13 o 14 años y trato de inculcar ese mensaje en los entrenamientos", asegura.

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