Sumar 45 victorias en un torneo y una sola derrota es algo casi imposible. Supone que, durante 7 años estás rindiendo al máximo nivel y que no tienes altibajos. Por eso, lo que Rafa Nadal ha conseguido en Roland Garros es mítico. Y la mejor noticia es que quiere seguir haciendo historia.
Llegó en 2005, la de su explosión en el circuito, y nadie pudo con él. Se cargó al alemán Lars Burgsmuller, en primera ronda; al belga Xavier Malisse, en segunda; al francés Richard Gasquet, en tercera; a otro francés, Sebastien Grosjean, en octavos; a David Ferrer, en cuartos de final; al cabeza de serie número, Roger Federer, en semifinales y al argentino Mariano Puerta en la gran final por 6-7 (6), 6-3, 6-1 y 7-5.
Volvió en 2006, ya convertido en un Top 10, y volvió a ser el mejor en París. Venció consecutivamente al sueco Soderling en primera ronda; al norteamericano Kevin Kim, en segunda; al francés Mathieu, en tercera; a Hewitt en octavos de final; a Djokovic, en cuartos; al croata Ljubicic, en semifinales; y a Federer en la final por 1-6, 6-1, 6-4 y 7-6 (4).
Regresó en 2007, siendo ya una figura mundial y repartiéndose victorias con Federer, y arrasó en la tierra parisina. Acabó con el argentino Del Potro en primera ronda; con el italiano Cipolla, en segunda; con Albert Montanes, en tercera; con Hewitt, de nuevo en octavos de final; con Carlos Moyá, en cuartos; con Djokovic, en semifinales y con Federer de nuevo en la final, esta vez por 6-3, 4-6, 6-3 y 6-4.
No falló en 2008, cuando alzó su cuarto título consecutivo para convertirse en el número uno del mundo pocos meses después. El brasileño Bellucci fue su primera víctima; después llegarían el francés Devilder, en segunda ronda; el finlandés Nieminen, en tercera; Fernando Verdasco, en octavos de final; Nicolás Almagro, en cuartos, otra vez Djokovic, en semifinales y de nuevo Federer, en la final, aunque esta vez el suizo se llevó un paliza por 6-1, 6-3 y 6-0.
En 2009 llegó el único borrón a un historial casi perfecto. Todo iba bien cuando eliminó al brasileño Marcos Daniel en primera ronda, al ruso Gabashvili, en segunda y a Lleyton Hewitt en tercera; pero Robin Soderling, por entonces 25 del mundo, le eliminó contra todo pronóstico por 6-2, 6-7 (2), 6-4 y 7-6 (2). ¿Final de un ciclo? Todo lo contrario.
Rafa no se vino abajo. Volvió en 2010 a por 'su' torneo y volvió a ganarlo, con la particularidad de que en la final se llevó por delante a su bestia negra del año anterior. Antes cayeron el francés Mina, en primera ronda; el argentino Zeballos, en segunda; otra vez Lleyton Hewitt, en tercera; el brasileño Bellucci, en octavos; Nico Almagro, em cuartos; el austríaco Melzer, en semifinales; y Soderling, en la final, vengándose por 6-4, 6-2 y 6-4.
En 2011, el año de Djokovic, Nadal no faltó a su cita con París y volvió a morder un trofeo que se le acumula en el salón de su casa por repetido. El norteamericano Isner fue su primera víctima; Pablo Andújar, la segunda; el croata Veic, la tercera; otro croata, Ljubicic, la cuarta; Soderling volvió a morder el polvo en cuartos de final, lo mismo que Andy Murray, en semifinales, y Roger Federer en la final, esta vez más equilibrada y que terminó 7-5, 7-6 (3), 5-7 y 6-1.
¿Será 2012 el año de su séptimo Grand Slam en París? Nadal amenaza con poner la marca en un histórico 52-1. De momento, el sorteo ya ha jugado a su favor.
Óscar Rodríguez
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