Sabella llega a la Albiceleste con bajo perfil y sólida carrera como técnico

  • Alejandro Sabella llega a la selección argentina con un perfil bajo y una breve pero sólida carrera como entrenador que llegó a su máxima expresión con el Estudiantes de La Plata campeón de la Copa Libertadores 2009 y del torneo Apertura de su país un año después.

Carlos Werd

Buenos Aires, 6 ago.- Alejandro Sabella llega a la selección argentina con un perfil bajo y una breve pero sólida carrera como entrenador que llegó a su máxima expresión con el Estudiantes de La Plata campeón de la Copa Libertadores 2009 y del torneo Apertura de su país un año después.

'Pachorra', como le apodan, es un hombre simple, educado y de palabras medidas, en cuyo ego no ha hecho mella permanecer varios años a la sombra de Norberto Alonso como jugador y de Daniel Passarella como entrenador.

Sabella, de 56 años, fue un exquisito centrocampista surgido de la cantera del River Plate en la década de 1970, cuando el dueño absoluto del puesto en el que jugaba era 'Beto' Alonso, una de las máximas glorias del popular equipo argentino.

Varios años relegado en el banco de los suplentes hicieron que Sabella emigrara en 1978 al Sheffield United inglés, en el que militó dos años hasta ser traspasado al Leeds United de ese mismo país.

El Estudiantes de La Plata le repatrió en 1981 para formar uno de los equipos más importantes de la historia de ese club, en el que, dirigido por Carlos Bilardo, ganó dos títulos de campeón.

Tras una breve participación en la selección argentina, ya dirigida por el 'Narigón', Sabella jugó entre 1985 y 1986 en el brasileño Gremio de Porto Alegre, en 1987 regresó al Estudiantes, pasó luego por el Ferro Carril Oeste y en 1989 colgó la botas en el Irapuato mexicano.

Como entrenador inmediatamente vinculó su carrera con el mejor amigo que le ha dado la profesión, Daniel Passarella, de quien fue asistente en las selecciones de Argentina (1994-1998) y Uruguay (1999-2001), en el Parma italiano, el Monterrey mexicano, el Corinthians de Brasil y el River Plate.

"Mi amistad con Daniel me impedía irme de su lado", confesó una vez el entrenador al ser consultado sobre las razones por las que se mantenía como ayudante de campo de quien hoy preside al River.

Sólo cuando Passarella se volcó a la actividad política, Sabella se lanzó en solitario a la aventura de dirigir.

Asumió en el Estudiantes en marzo de 2009 y pocos meses después llevó al equipo de la ciudad de La Plata a adjudicarse la cuarta Copa Libertadores de su historia, éxito que siempre se encarga de atribuir "exclusivamente" a los jugadores.

Esta conquista condujo al equipo argentino a jugar el Mundial de Clubes, cuya final perdió en Abu Dabi frente al Barcelona de Lionel Messi en la prórroga.

Admirador de su compatriota Marcelo Bielsa, su Estudiantes ha destacado por ser un equipo en todo el sentido de la palabra, que hacía un culto de la posesión del balón y se sacrificaba para recuperarlo.

Sus exdirigidos le definen como un técnico estudioso, inteligente y motivador, además de destacarle sus enormes cualidades humanas.

Tras la salida de Diego Maradona como seleccionador argentino al cabo del Mundial de Sudáfrica, el nombre de Sabella fue sugerido por Bilardo para sustituirle, aunque finalmente la Asociación del Fútbol local (AFA) se inclinó por Sergio Batista.

A finales del año pasado Sabella logró su segundo título de campeón como entrenador al consagrarse en el torneo Apertura argentino con el Estudiantes, al que renunció de forma sorpresiva en febrero último, diez días antes del comienzo del Clausura. Prefirió guardarse los motivos de su dimisión.

Alejandro Sabella, que tiene un 67 por ciento de efectividad como técnico, tenía previsto viajar la semana pasada hacia los Emiratos Árabes para hacerse cargo del Al-Jazira, pero un llamado de la AFA detuvo su partida. Le había llegado la hora de la Albiceleste.

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