Santamaría y Antonio Ruiz, del Madrid de los Yé-Yé, recuerdan el récord que les ha quitado Ancelotti

La frondosa y dorada leyenda del Madrid añadió ante el Ludogorets una nueva página de gloria. El club más laureado de la historia, que presume de diez Champions League en sus 112 años de vida, mejoró su récord de victorias consecutivas hasta las 19, mejor marca absoluta para un club español. Ni la Quinta del Buitre, ni siquiera el Madrid de los Yé-Yé, dirigido por Miguel Muñoz y que consiguió cuatro Copas de Europa, pudo sobrepasar el techo de las 16 victorias seguidas que también frenó a Mourinho. "Es mérito de todos. Luchan y defienden todos juntos y son capaces de mantener la portería sin goles", explica José Santamaría, componente del Madrid entre finales de los 50 y principios de los 60 y que tiene en su palmarés cuatro trofeos continentales y cinco de Liga. Antonio Ruiz fue centrocampista en aquel equipo legendario. "Ganamos tantos partidos seguidos porque jugábamos igual ante el Melilla, el Atlético o el Barcelona. Teníamos a todos los rivales en cuenta y todos los partidos eran finales. Hasta los amistosos".

Si aquel conjunto tenía como punta de lanza al inigualable Alfredo di Stéfano, este cuenta con Cristiano Ronaldo, una trituradora de récords que se postula como el mejor jugador de la historia de la institución. "No se pueden comparar porque son completamente diferentes", dice Santamaría, que ahora cuenta 85 años. El hispano-uruguayo, entrenador de la selección en el Mundial 82, los diferencia así: "Cristiano es un definidor espectacular. Alfredo era un todoterreno. Sigo manteniendo que el más completo era él, pero jugadores con la definición de Cristiano he visto muy pocos". Antonio Ruíz secunda la opinión de su excompañero. "Di Stéfano es inigualable. Y también Puskas. Son los mejores que yo he visto. Alfredo era el más completo de los tres y Puskas tenía unas condiciones goleadores inigualables".

Campeón de Europa por décima vez en Lisboa e inmerso en su racha victoriosa más prolífica de todos los tiempos, el madridismo asiste deseoso a los albores de otra época gloriosa. "Aspiran a ser campeones de todo. El entrenador ha formado un bloque compacto y está sacando un gran rendimiento de todos los jugadores. El resultado por ahora es brillante", apunta Santamaría. "No conozco el trabajo de Ancelotti, no le puedo juzgar", intercede con prudencia Ruiz. "Miguel Muñóz tiene un historial muy bueno, que ahí está. Siempre iba con sus ideas, pero no puedo decir que fuera mi mejor entrenador. Cada maestrillo tiene su librillo", zanja."Están ahí dos chicos nuevos (James e Isco) que quieren triunfar al máximo y se están sacrificando haciendo cualquier cosa que les pide el entrenador", dice Santamaría.

Uno de los debates a los que el fútbol no ha conseguido, ni lo hará, dar respuesta, es el que gira en torno a si ahora es más fácil que antes o más difícil. "Es igual", resume Santamaría. "No solamente han mejorado los grandes, también los modestos". Para Ruiz, el juego ha perdido un punto de romanticismo. "No sé si el fútbol era mejor antes o ahora. Lo que sí puedo decir es que el público disfrutaba más porque había más espectáculo". "Hay más negocio", coincide Santamaría.

Líder en la Liga BBVA, con paso firme en la Champions League y a las puertas del Mundial de Clubes, el Madrid combina en su plantilla juventud, veteranía y calidad a raudales. "Lo importante es que este equipo pueda jugar cinco, seis años juntos, como en nuestra época, que jugamos casi diez años juntos y llegaron los éxitos".