Ax 3 Domaines (Francia), 6 jul.- La segunda y última etapa de los Pirineos en el Tour número cien propone una auténtica montaña rusa, con cinco puertos de primera categoría y uno de segunda, aunque la meta se encuentra a 30 kilómetros de la última cima.
Se trata de una prueba más favorable a las largas escapadas y menos propicia para que los favoritos traten de jugar sus cartas, a menos que alguno de ellos proponga un golpe de efecto y arriesgue para arañar minutos.
La etapa, relativamente corta, de 168,5 kilómetros, se lanza desde Saint-Gironds, en la falda alpina y hasta la meta de Bagnères-de-Bigorre apenas ofrece un minuto de reposo, entre ascensos y bajadas.
Tras pasar el Portet d'Aspet, de segunda categoría, el pelotón encadena Menté, Peyresourde, Val Louron-Azet y, finalmente, la Hourquette d'Ancizan, una subida de 9,9 kilómetros con una pendiente media del 7,5 %, con rampas muy duras en su inicio y más tendido en la parte final.
Es la última oportunidad de los escaladores de tratar de marcar diferencias que, posteriormente, tendrán que conservar en un largo descenso, casi constante, de 30 kilómetros hasta la meta.
- Etapa 9: Saint-Girons - Bagneres-de-Bigorre, 168,5 kilómetros
Salida: 11.30 horas (09.30 GMT)
Llegada prevista: 16.36 (14.36 GMT).
Montaña:
Portet-d'Aspet (2a), a 28,5 km
Col de Menté (1a), 7 km al 7,7 %, a 44 km
Col de Peyresourde (1a), 13,2 km al 7 %, a 90 km
Col de Val Louron-Azet (1a), 7,4 km al 8,3 %, a 110,5 km
La Hourquette d'Ancizan (1a), 9,9 km al 7,5 %, a 138 km.
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