Londres.- La estadounidense Serena Williams buscará mañana una rápida victoria ante una recién estrenada en hierba, la checa Petra Kvitova, para reservar todo su potencial de cara a una todavía hipotética final ante la verdugo de su hermana: Tsvetana Pironkova.
La menor de las hermanas Williams, Serena, de 28 años, es ahora la única responsable de poder llevar a su casa el noveno trofeo de este Gran Slam, que se uniría en la vitrina familiar a los tres logrados por ella y a los cinco de Venus.
Pero la motivación de esta jugadora supera ahora las fronteras deportivas, pues podría encontrar en la final la oportunidad de batir a la búlgara Tsvetana Pironkova, quien retiró a Venus Williams de la competición en cuartos de final.
"Ellas todavía lo están haciendo muy bien, pero en algún momento eso acabará. Supongo que podría ser pronto", dijo Pironkova en referencia a las especulaciones sobre el momento para la retirada de las hermanas Williams, especialmente de la mayor, Venus, de 30 años.
En el camino hacia su sexta final en el All England Club, Serena deberá superar en semifinales a Petra Kvitova, una zurda de veinte años que ganó su primer partido en hierba la semana pasada, en esta 124 edición del torneo.
Casualmente Kvitova, que nunca había ganado dos encuentros consecutivos en un torneo desde el pasado mes de febrero, comparte nacionalidad con la última zurda en ganar el título de Wimbledon, Martina Navratilova, campeona en 1990.
Sin embargo, el cruce de Kvitova con Serena Williams se anticipa como un duelo veloz y de trámite para la estadounidense, que ya la tumbó en su primer encuentro, este mismo año en la segunda ronda del Abierto de Australia.
La otra semifinal femenina, la disputada entre Pironkova y la rusa Vera Zvonareva, vigésimo primera favorita del torneo, será la primera del día y tendrá lugar también en la pista Central, a partir de las 13.00 horas (12.00 GMT), si la organización del torneo no requiere realizar nuevos cambios.
Pironkova, de 22 años y única búlgara con un puesto entre las cien mejores tenistas del mundo, jugó hace cinco años su primer partido en la superficie verde, imposible de ver en las pistas de tenis de su país, según indicó la propia jugadora.
Mientras, su adversaria en las semifinales, Zvonareva, juega a sus 25 años su octavo Wimbledon, en el que aterrizó además como vigésimo primera cabeza de serie.
No obstante, el único enfrentamiento entre estas dos deportistas, que tuvo lugar en Moscú en 2009, dejó en la memoria de ambas una victoria de la más joven, por 6-0 y 6-2.
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