Noche grande en Sevilla. Había que vencer al subcampeón de Europa y obviamente la tarea no fue fácil. La Juventus fue mejor en la mayor parte del encuentro. Morata y Dybala jugaron como niños con la defensa hispalense, pero la falta de acierto se paga en el fútbol, y Llorente se erigió por encima de los rudos defensas italianos para adelantar al Sevilla en el marcador, y también en la guerra psicológica por la lucha d de una Europa Leaque que se antojaba complicada.
Todo porque el Manchester City perdía inexplicablemente al descanso por 1-2 ante el Borussia, pero en la segunda parte los de Pellegrini hicieron su trabajo y remontaron para poner el 4-2 final. El Sevilla selló su clasificación para la Europa League no sin dosis de sufrimiento. Dybala la mandó al larguero y Morata la tuvo en los minutos finales, pero el Sevilla resistió jugará su competición fetiche, la Europa League.Morata y Dybala perdonan
Partido clave para que el Sevilla se había preparado a conciencia, pero los de Emery se vieron apoderados por el nerviosismo. La Juventus ejercició su condición de subcampeona de Europa desde el minuto 1 y la agonía amenazó el Sánchez Pizjuán.
Morata fue el hombre de los primeros minutos. Cuando todavía no se había llegado al quinto minuto de juego, el español disfrutó de un cabezazo en el centro del área, uno de esos que el portero solo puede ver cómo el balón se cuela en el fondo de la red. Sin embargo, esta vez Sergio Rico tuvo suerte, y vio cómo la trayectoria llevaba al esférico por encima de la cruceta.
La presión de los italianos era asfixiante, pero los hispalenses tenía otro problema: tan solo con un centro a la espalda de la zaga, Sergio Rico se encontraba solo ante el peligro. Después de dos intentonas de Dybala y Sturaro, así llegó la ocasión cumbre de la primera mitad.
Bonucci rompió la defensa con un centro de más de 30 metros, Dybala la puso al punto de penalti de cabeza, y Álvaro Morata falló lo infallable. Sergio Rico estaba prácticamente batido, pero la divina providencia se apareció en Nervión para mantener el 0-0 en el electrónico.
Antes Llorente pudo revertir la situación. El exdelantero 'bianconeri' disparó a bocajarro ante Buffon, pero la leyenda se convirtió en realidad y Gianluigi salvó los muebles en dos ocasiones (repelió como un felino el rechace de Konoplyanka), y mantuvo el tipo de una 'Vecchia Signora' muy superior.
Si bien es cierto que la ocasión de Llorente espoleó al Sevilla, el camino hacia el descanso lo lideraron los visitantes. Pogba apareció en la medular y Dybala, que cogió el testigo del Morata de los primeros minutos, fue el artífice de un libre directo que obligó a Sergio Rico a dar lo mejor de sí.
Los dos porteros estuvieron brillantes frente al peligro rival, y por ello el 0-0 no se movió en los primeros 45 minutos. Dudas atrás y poca contundencia arriba en el Sevilla.Llorente y de cabeza a la Europa League
El guión de la coproducción hispano-italiana no tuvo un giro radical en los primeros minutos de la reanudación. La Juventus se erigió como dueña y señora del juego, del partido y, por ende, de las ocasiones.
Morata mareó a la defensa del Sevilla como quiso y Pogba a punto estuvo de adelantar a los italianos con un tiro lejano que desbarató Sergio Rico (una vez más) con una estirada de escándalo.
El problema es que como en cualquier película con sello europeo, nunca se sabe qué cambios esperpénticos puede introducir el director. En este caso, Llorente dijo "aquí estoy yo" y cambio el curso de la historia.
No podía ser de otra manera que de cabeza. El ariete del Sevilla se adelantó a los rudos centrales italianos a la salida de un córner y puso el esférico en el segundo palo, imposible para Buffon. 1-0 y a rezar por un gol del Manchester City ante el Borussia.Llorente!! #SevillaJuve 1-0 https://t.co/E9niSop957— TNC Extra (@TNC_Extra) diciembre 8, 2015
Hubo que sufrir, pero el tanto de Llorente fue como una pieza de dominó que empuja a todas las demás. El City se espoleó y ganó 4-2, mientras que los de Emerey resistieron como los campeones de Europa League que son.
Dybala la envió al larguero, pero Gameiro también erró el 2-0 en un mano a mano con Buffon. Eso sí, si Sergio Rico no tiene una plaza en Sevilla, pronto la tendrá, porque el canterano sacó el gol del empate a Morata en el tiempo de descuento. Final feliz y el Sevilla jugará su competición fetiche, la Europa League.
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